El grave error de Margarita Stolbizer

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Margarita Stolbizer realizó un viraje en su estrategia comunicacional en los últimos meses.

Margarita Stolbizer presentó su libro "Yo acuso", en el que denuncia la corrupción durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.



La diputada de Progresistas tuvo una audiencia en la Quinta de Olivos con el presidente Mauricio Macri, al que le regaló un ejemplar del libro que escribió con su asesora, Silvina Martínez, y que fue editado por Margen Izquierdo, sello del periodista Luis Majul.



Sin definiciones políticas claras, coqueteando a la vez con el Pro y con Massa, Stolbizer decidió convertirse en la aglutinadora del odio a Cristina. Esto emana de su propio verbatim;

"Hay entusiasmo y apoyo alrededor mío porque represento la bronca que la gente tiene contra Cristina".

"La Justicia no funciona como debería y eso es funcional no sólo para Cristina sino también para el Gobierno"

"Lo que pasa hoy conmigo tiene mucho que ver con Cristina"

"Soy como una especie de justiciera".

No tuvo ni siquiera la precaución de respetar el axioma comunicacional de que lo único que no podés decir es aquello que querés comunicar.


Stolbizer quiere ser la depositaria del voto de los odiadores de la ex presidenta, lo cuál tiene sentido. Son muchos los que rechazan a la ex mandataria, y de hecho Macri consiguió la presidencia a través de tres factores fundamentales:


1) El alquiler del despliegue territorial radical a Sanz

2) El apoyo del grupo Clarín, el grupo América, y el diario La Nación.

3) Concentrar a todos los que sentían rechazo mayor o menor por el kirchnerismo, en el mismo campamento


Stolbizer cree que con dos de esos tres factores, el apoyo de Clarín y canalizar el odio al kirchnerismo le alcanzará para construir una masa crítica interesante.
He aquí el error

Los que rechazan al kirchnerismo, no buscan solo alguien que exprese ese odio en la arena pública, porque sino Carrió y Stolbizer obtendrían 20 o 25 puntos en las elecciones, y sin embargo nunca pasan de 3 o 4 puntos.
Lo que busca el odiador no es un odiador público, alguien que exprese en la arena pública lo mismo que el siente, sino lo que busca el odiador es alguien que pueda doblegar al odiado. Y Stolbizer es una figura  muy floja en términos de competitividad electoral.

El odiador no es irracional, odia, rechaza, objeta, pero mide, sabe quien le puede a su odiado y se encolumna detrás de él.

 Con lo cuál, Stolbizer obtendrá visibilidad porque le será funcional algunos medios, pero a la hora de la intervención en el sistema de preferencias de la gente, esa visibilidad no se traducirá en votos. Es lo que le pasa a Carrió, Sanz y también le pasará a Stolbilzer, una correlación absolutamente irregular entre la visibilidad mediática y cantidad de votos.