Putín se enojó y se cayó el financiamiento de la represa Chihuido, en Neuquén

Los motivos del enojo de Putin con Macri
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El presidente ruso no toleró la presión para reducir el costo de la represa Chihuido. Reunión clave en Washington.


Vladimir Putin se enfureció con Mauricio Macri y congeló el financiamiento de la represa Chihuido, en Neuquén, acordada hace un año por el presidente ruso y Cristina Kirchner.

La obra fue licitada a una Unión Transitoria de Empresas (UTE) liderada por la rusa Inter RAO y un consorcio argentino integrado por Helport (Grupo Eurnekian) Chediack; Panedile; Eleprint; Hidroeléctrica Ameghino y la española Isolux Ingeniería.

Inter RAO no cumplía algunos de los requisitos para que le adjudicaran la obra pero Julio de Vido se dio maña y la sumó como "proveedor designado". Se garantizó así que el Banco de desarrollo ruso, el Vnesheconombank, financie el 87% de los 1900 millones de dólares que cuesta la obra.

Además, el Banco aceptó como repago parte de los 700 megavatios que las centrales eléctricas producirán, recién a partir del quinto año de funcionamiento.

Cuando Macri intentó conseguir una segunda rebaja de la tasa, Putin se molestó y les hizo saber a sus funcionarios que quería que el presidente argentino lo llamara y se lo pidiera personalmente.

Para Macri las condiciones podían ser mejores. Ni bien asumió gestionó bajar la tasa de interés del 6,5% al 5,5% y su audacia le jugó a favor. Putin aceptó.

El éxito diplomático lo entusiasmó y fue por más: pidió volver a reducirla al 4.5%, muy por debajo del costo financiero que el gobierno y las provincias absorbieron en los últimos meses cuando salieron al mercado.

Molesto, Putin le pidió a sus funcionarios que le dijeran a Macri que si quería otra rebaja iba a tener que llamarlo directamente y así fue: Macri lo llamó desde la Casa Rosada y demandó un nuevo gesto del Vnesheconombank.


Macri en su despacho junto a la traductora el día que habló con Putin.
“Lo voy a hablar con mi ministro de Finanzas”, fue la gélida respuesta del ex agente de la KGB. Macri había sido inoportuno: llamó el mismo día que su Gobierno dio de baja a Russia Today (RT) de la grilla de la Televisión Digital Argentina (TDA).

Se trata de una señal de noticias global y en varios idiomas ideada por el Kremlin para contrarrestar lo que consideran es una campaña de demonización de Occidente del gobierno de Putin. El presidente ruso le había pedido en su momento a "Cristina", así la llamaba, si podía sumarla a la grilla de canales argentinos, en medio de la negociación por Chihuido. Putin se quejaba que no conseguía que otros países lo hicieran. Rápida de reflejos Cristina ordenó que de inmediato la incorporaran.

Por algún motivo Macri no conoció o no le importó ese antecedente y tuvo la mala puntería de hablar con el presidente ruso, el mismo día que su gobierno dio de baja la señal que se transmite desde Moscú y a la que el actual ocupante del Kremlin le da una importancia estratégica.

Cita en China

Luego de la fracasada comunicación presidencial, los equipos de ambos gobiernos intentaron reflotar el acuerdo y acordaron un encuentro cara a cara entre Macri y Putin en la ciudad china de Hangzhou, en el marco de la reunión del G20, pero las cosas tampoco terminaron bien.

Un muy molesto Putin se limitó a darle la palabra a su ministro de Finanzas, Antón Siluánov. Quien ante la mirada impávida de su jefe se dedicó a destrozar el pedido de Macri de volver a bajar la tasa y reestructurar los plazos de los pagos. “Sabemos que usted quiere una nueva rebaja de la tasa, vamos a estudiarlo", comenzó el ministro, pero después vino lo peor: "Sin embargo, le quiero aclarar que estamos revisando nuestra participación en este proyecto, porque ahora tenemos otras iniciativas en carpeta", concluyó.


Vladimir Putin y su ministro de Finanzas, Antón Siluánov.
Los empresarios del consorcio argentino estallaron en cólera. Algunos, aún le reprochan a De Vido permitir el ingreso de Eurnekián y no apurar el inicio de la obra con alguna empresa amiga.

Pero los rusos pidieron la presencia del empresario armenio, por considerarlo un vecino, ya que opera el aeropuerto de la capital armenia Ereván, ubicada en lo que los rusos consideran su zona de influencia. Eurenkián también atraviesa algún ruido con Macri que le recrimina un supuesto apoyo a Daniel Scioli, pese a que el dueño de Aeropuertos 2000 aportó sumas más que generosas a la campaña del actual presidente.

Ahora, la esperanza del Gobierno para reencauzar Chihuidos apunta a conseguir una bilateral entre este miércoles y jueves en Washington en el marco de la cumbre anual del FMI y el Banco Mundial. El gobierno argentino está tratando de conseguir una reunión con el viceministro de Finanzas de Rusia, Alexéi Moiséev, apara ver si logran destrabar de una vez la represa.