Apuntes sobre híper concentración de la riqueza y el agotamiento de las "terceras vías"



"Esta legislatura será el epílogo de un viejo país que muere.

Nace una nueva España"


Pablo Iglesias: Unidos Podemos


El agotamiento de socialdemocracias europeas a mano de experiencias popular- nacionales radicales, muchas de derecha conservadora, se corresponde con la polarización inédita que hoy se observa en las elecciones en USA y el avance furioso de la derecha conservadora en América Latina.


La crisis del PSOE, el partido que orientó la transición española tras la dictadura franquista, con más 100 años de historia es contundente. Unidos a Ciudadanos y el Partido Popular permiten a Mariano Rajoy formar gobierno y profundizar el ajuste neoliberal en la península cuyas consecuencias son bien descriptas por Pablo Iglesias en el video de apertura


La formación socialdemócrata española en las elecciones generales de 2008 había obtenido el 43,87% de los votos, en las de este año, alcanzó un 22,66%.


En igual perspectiva, el agotamiento del Partido Socialista Francés, la agonía de la hoy moderada Syriza, la emergencia del “extremista no eurofílico” Jeremy Corbin y los resultados del Brexit, el declinar de la social democracia Alemana y del PD italiano, son solo algunos de los síntomas notables de un profundo cambio de era.


Por debajo de todas estas novedades está el agotamiento definitivo de las experiencias de centro "moderado", que irrumpieron con fuerza durante los años ochenta y se afirmaron en los inicios de la globalización con la desaparición de la Unión Soviética y el bloque comunista que encabezaba el 25 de diciembre de 1991.


El colapso de la tercera vía resulta entonces un movimiento general expresado globalmente a nivel electoral, correlacionado con la expansión de la desregulación típica de la actual fase financiera y en especial tras su crisis de mediados de la década pasada, con la fortísima concentración del ingreso que supuso y sobre la que el informe reciente de OXFAM es contundente:






La desigualdad extrema en el mundo está alcanzando cotas insoportables. Actualmente, el 1% más rico de la población mundial posee más riqueza que el 99% restante de las personas del planeta. El poder y los privilegios se están utilizando para manipular el sistema económico y así ampliar la brecha, dejando sin esperanza a cientos de millones de personas pobres. El entramado mundial de paraísos fiscales permite que una minoría privilegiada oculte en ellos 7,6 billones de dólares. Para combatir con éxito la pobreza, es ineludible hacer frente a la crisis de desigualdad.


Agoniza así, de la mano de la mega concentración del ingreso y urbi et orbi la "amplia avenida del medio”, sostenida en su momento en las figuras ya emblemáticas de Bill Clinton en los EEUU, Tony Blair en el Reino Unido, Gerhard Schröder en Alemania, Felipe González en España, François Mitterrand en Francia, con fuertes y exitosas réplicas en América Latina como Raúl Ricardo Alfonsín en Argentina y Fernando Henrique Cardoso en Brasil, ambas de gran impronta regional.








Y no solo en la eurozona se estrecha la ancha avenida del medio. Hoy, a contramano de los sucedido en los años 80, en América Latina el desplazamiento de las experiencias popular - democráticas por administraciones de derecha conservadora dura , señala el agotamiento de la moderación , también como estrategia electoral, colapso reiterado en una gran diversidad de democracias occidentales.

Sucedió también en nuestra región cuando el golpe de Estado Cívico Militar en Honduras en 2009 sobre el centrista - liberal Zelaya (1) que derivó en el triunfo del nacionalista Porfirio Sosa ( cómplice del golpe de estado) y lo mismo pasó con el golpe institucional sin oposición activa a Fernando Lugo en Paraguay, que habilitó el triunfo del narco-derechista Carlés.


La creciente moderación de Dilma Rousseff en su segundo mandato, - que hasta entregó la conducción económica de Brasil al sector financiero y promovió un ajuste tradicional- impulsó su caída vertical en popularidad y constituyó el marco del golpe palaciego de Michel Temer y el posterior fracaso del PT en las elecciones municipales de finales de setiembre





La ex secretaria del Departamento de Estado del gobierno de los Estados Unidos, Hillary Clinton, reveló que influyó en Honduras para impedir que Manuel Zelaya regresara a la presidencia, luego del derrocamiento en junio de 2009. Hillary admitió que “en los días siguientes del golpe hablé con mis homólogos de todo el hemisferio, incluida la secretaria Patricia Espinosa en México con el objetivo de organizar "rápidamente" unas elecciones que tuvieran como resultado hacer irrelevante la cuestión de Zelaya", de acuerdo con las confesiones plasmadas en su libro Decisiones Difíciles.


Estas son las dos alternativas que seguramente signarán el comportamiento electoral de nuestro país en el corto y mediano plazo, ambas bien lejos de la tan venerable como anacrónica “tercera vía”, hoy depositada en casi todo el planeta en el desván de los trastos en desuso.

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(1) Influencia de Estados Unidos en el golpe de estado en Honduras