Un cuento chino sin lugar para Techint



El gobierno cordobés preadjudicó un proyecto para construir un gasoducto a un consorcio de Odebretch, Iecsa y Electroingeniería con financiamiento chino. Techint tiene precios más caros, pero busca que Macri le de una mano.

Por Javier Lewkowicz


La tensión entre Techint y el gobierno de Córdoba subió otro escalón y el Grupo se juega la última carta para maximizar su participación en el proyecto de gasoductos troncales por un monto de 9 mil millones de pesos que fue preadjudicado a tres consorcios de empresas liderados por la brasileña Odebretch, Iecsa y Electroingeniería con financiamiento y provisión de insumos de China. Techint presiona al gobierno nacional a través de la UIA para que intervenga, y amenaza con despidos en sus plantas y con interponer medidas antidumping contra China.

Los gasoductos representan el mayor proyecto de infraestructura de Juan Schiaretti. Por eso el gobernador cordobés fue uno de los primeros en pedirle a su aliado Macri que no cancele la construcción de las represas hidroeléctricas en Santa Cruz, ya que esa marcha atrás hubiera desgastado el vínculo con China a punto tal de poner en peligro el financiamiento para Córdoba y los demás proyectos en el país.

Techint es uno de los principales enemigos de China en el establishment local. En febrero de 2015, operó para que la UIA criticara los acuerdos que firmó el kirchnerismo con el país asiático advirtiendo que los chinos podrían llegar a importar trabajadores. El director corporativo del grupo, Luis Betnaza, dio otra señal en la última conferencia de la UIA al advertir sobre la necesidad de que el país se vincule con países “con normas transparentes en lo ambiental, laboral y en relación al rol de sus empresas estatales”, en una clara crítica a China. El enfrentamiento no es ideológico sino que responde a la competencia en el mercado siderúrgico global, donde China gana posiciones.

El caso de Córdoba es especialmente molesto para Techint porque está perdiendo con su equipo titular y encima jugando de local: es un proyecto de 1670 kilómetros de tuberías, segmento en donde el Grupo tiene el mayor nivel de desarrollo. Se estima que entre los tres sistemas de gasoductos troncales que serán adjudicados se necesitarán 51 mil toneladas de tubos de acero, en un negocio que implica entre 250 y 300 millones de dólares. “Lo que queremos es sensibilizar respecto de si la competencia debe ser con los chinos; difícilmente un sector de la industria nacional pueda sobrevivir a los precios chinos”, señaló días atrás Javier Martínez Álvarez, director general de Tenaris.

En respuesta salió el ministro de Servicios Públicos provincial, Fabián López. “La empresa nunca impugnó nada; lo que no quiere es competir y que se pongan en evidencia los precios que maneja en el mercado local. Hay una cuestión de fondo que es la intención de Techint de querer seguir fjando los precios de manera monopólica de sus productos en el mercado argentino, impidiendo la libre competencia y cualquier tipo de apertura”, dijo, y justificó que Techint presupuestó 2500 dólares la tonelada de caño, cuando los chinos lo hicieron por 1056 dólares.

Techint también hizo saber su molestia a través de la UIA. En una carta dirigida a Schiaretti, Prat-Gay y Cabrera la central fabril expresó su “profunda preocupación por la potencial destrucción del empleo que traerá la adjudicación del suministro de tuberías y accesorios de origen chino”. “China incurre en prácticas de precios predatorios y comercio desleal”, dice y advierte que “el gasoducto de Córdoba permitiría el mantenimiento de miles de empleos y la reactivación de plantas”.

El gasoducto está preadjudicado a tres consorcios liderados por Iecsa (de Ángelo Calcaterra, primo de Macri), Electroingeniería (a cargo de las represas del sur) y Odebrecht, empresa hasta hace poco controlada por Marcelo Odebrecht, condenado a 19 años de cárcel por el escándalo de corrupción en Brasil. El proyecto está atado a financiamiento y abastecimiento de insumos del país asiático y todavía resta la adjudicación final. Es posible que Techint participe desde su filial en Brasil como proveedor de tubos a Odebrecht, pero presiona para ampliar su presencia en el proyecto a través de sus plantas locales.

El Grupo de la T amenaza de despidos en su planta de Siderca en Campana y baraja interponer una medida antidumping en contra de China. Dice que puede mejorar su cotización de tubos hasta los 1500 dólares la tonelada a raíz de la caída del precio internacional y la devaluación y se entusiasma en salir al mercado a conseguir deuda externa en el nuevo contexto financiero post-Griesa, aunque los números chinos sean imbatibles.