Los gobernadores no cederán ante Macri hasta recuperar el 15% de la coparticipación

Judicializarán el reclamo para sumarle un conflicto en la Corte. El plan para no depender de fondos discrecionales.

Los gobernadores peronistas continuarán en conflicto con Mauricio Macri al menos hasta recuperar el 15% de coparticipación federal, como había dispuesto el decreto firmado por Cristina Kirchner pocos días antes de irse y derogado luego por el presidente.


Esa decisión ocasionó el primer cortocircuito entre los mandatarios peronistas y la Casa Rosada, acrecentado con el decreto que casi triplicó la coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires con la excusa del traspaso de la policía federal.

Rogelio Frigerio los recibió este mediodía y si bien prometió ajustar el aporte extra al gobierno porteño al costo de la fuerza, quedó pendiente definir si habrá aumento para el resto de las provincias.

Los gobernadores peronistas no abandonarán ese reclamo. Es más: en la reunión de San Juan se comprometieron a multiplicar las presentaciones judiciales para exigir ese dinero, un paso que ya dieron los fiscales de Estado de Catamarca, La Rioja y Entre Ríos.

Fue ese camino el que tomaron hace años Córdoba, Santa Fe y San Luis y tuvo un final feliz en noviembre, cuando la Corte Suprema obligó al Poder Ejecutivo a restituirles el 15% de coparticipación que se gira a la Anses. En el resto de las provincias creen que les cabe el mismo derecho y así lo plantearán en Tribunales.

La decisión de no frenar la vía judicial suma un escollo a Macri en su conflictiva relación con Ricardo Lorenzetti, quien se niega a tomarles juramento a Horacio Rosatti y Carlos Rosankranz, nombrados en la Corte Suprema por decreto presidencial.

El futuro de Rosatti y Rosankranz también está en manos de los gobernadores por la cercanía que tienen con los senadores peronistas, que tienen mayoría propia para rechazar los pliegos.


Volverán a dejarlo claro mañana, con un almuerzo entre el salteño Juan Manuel Urtubey, Miguel Pichetto y otros referentes de los senadores del FpV.


Si los procesos judiciales siguen, tarde o temprano la Corte deberá decidir si vuelve a darle una mala noticia a Macri. El planteó de los gobernadores es simple: le conviene una negociación a largo plazo que esperar otro guadañazo de Lorenzetti y compañía.


“Macri y Frigerio dicen que antes había unitarismo, cuando lo que había era discrecionalidad, porque recibíamos obras y fondos extras todo el tiempo. Ahora sigue la misma discrecionalidad pero ese dinero va a las provincias centrales”, diferenció el ladero de un gobernador.



De ahí la bronca del radical Ricardo Colombi, gobernador de Corrientes. Sus 6 años de convivencia de Cristina se basaron en un tire y afloje que le permitió sumar obras y exprimir todo su presupuesto en pagar sueldos.


Además, fue uno de los beneficiados con el fondo sojero, que repartió el 30% de la recaudación de las retenciones a la soja entre las provincias según el índice de coparticipación que, por su naturaleza solidaria, beneficia más a las provincias pobres que no producen soja.


El aumento de la coparticipación a la Ciudad restaba a las provincias una parte de este beneficio y Frigerio se comprometió a evitarlo en el almuerzo de este mediodía. Otra promesa en carpeta. Una situación similar se da con el reparto del Fondo Nacional de la Vivienda (FONAVI).

Con este panorama, los mandatarios saben que si suman 15% de asignación directa tendrán más autonomía y hasta podrían planear obras públicas con fondos propios. Santiago del Estero, San Juan y la Ciudad de Buenos Aires son los únicos distritos que nunca dejaron de hacerlo.


El resto dependió siempre de la ayuda de la presidenta para sumar infraestructura. Desde que asumió Macri frenó todos esos proyectos a la espera de una negociación con los gobernadores y hoy Frigerio prometió retomarlos en cinco semanas.


Por las dudas, la mayoría fue desde la Casa Rosada a la Secretaría de Obras Públicas para saber cuándo reactivarán los obradores y recordar que si siguen parados puede haber hasta 100 mil despidos en la construcción.

Pero no se conformarán con que todo vuelva a la normalidad. Quieren más coparticipación directa. Que no es otra cosa que una mayor autonomía ante un gobierno que ya no es de su signo político.