Ottavis controló las fisuras del kirchnerismo y dejó a Vidal sin presupuesto

El PRO no pudo conseguir los votos. No hay posibilidad de endeudamiento, ni emergencias.




Walter Abarca y Santiago Carreras en el despacho de José Ottavis.



Luego de toda una jornada de negociaciones, finalmente el Frente para la Victoria no aceptó el millonario endeudamiento que propuso María Eugenia Vidal y se cayó la sesión en la cámara de Diputados.



De este modo, la Gobernadora se queda sin el presupuesto, sin posibilidad de tomar deuda y sin las emergencias que había impulsado para modificar áreas clave. Pero además, tampoco tendrá la posibilidad de aumentar en un 30 por ciento el Impuesto Inmobiliario, tal como lo preveía la Ley Impositiva.



Fue un día complicado para los operadores del PRO que se encontraron con la resistencia de una bancada kirchenrista que estuvo por momentos al borde de la ruptura.



Cuando faltaba una hora para que se termine el plazo de sesionar, los militantes de La Cámpora comenzaron a copar los palcos de la Cámara Baja. Era una fuerte señal de que los diputados kirchenristas no votarían el endeudamiento.

Durante casi media hora, macristas, radicales y massistas -eje de la alianza legislativa en la provincia- tuvieron que soportar en el recinto las canciones de La Cámpora. Y al propio José Ottavis que desde el recinto alentaba a sus militantes.



Otra vez con licencia. El ex secretario de Seguridad, Sergio Berni, volvió a pedir licencia como senador. Esta madrugada, el cuerpo le aprobó una licencia por 32 días y en su lugar asumió la camporista Marina Moretti.


La negociación fue compleja toda vez que desde el kirchnerismo pedían reducir a la mitad el nivel de endeudamiento fijado inicialmente en 110 mil millones de pesos.



Durante la tarde, el PRO rechazó esa posibilidad y fue entonces cuando apareció por primera vez la temida posibilidad de que la sesión fracase.



Pero cuando faltaba menos de dos horas para la medianoche (momento en que la sesión se caía) parecieron abrirse las negociaciones y el macrismo -sin mucho margen- habría aceptado bajar el endeudamiento a unos 60 mil millones, de los cuales 10 mil iban a destinarse a los municipios para obras de infraestructura.



Sin embargo, destrabado ese frente el kirchnerismo volvió a plantarse, argumentando que no estaban dispuestos a bajar al recinto sin un detalle de las obras que se iban a hacer en cada municipio.



Fue entonces cuando el macrismo entendió que no había salida. Ya no era posible conseguir en minutos un listado de obras que incluso el propio Hernán Lacunza se había negado a mostrar.



De este modo, Vidal se queda sin el presupuesto para el próximo año (podrá prorrogar el actual o intentar aprobarlo en enero) y sin la posibilidad de tomar deuda. Pero además, se queda sin las emergencias en Seguridad, Servicio Penitenciario, Infraestructura y Servicio Públicos, una herramienta con la que se pensaba sanear la administración provincial.