Las elecciones España, el mapa ya no es el territorio


 


MARTIN SZULMAN*

El nuevo tiempo político en España tras las elecciones nacionales. La crisis de los partidos tradicionales y la irrupción de los llamados “emergentes”. Nuevos marcos de alianzas y los desafíos para el tiempo que se viene.
España ha parido en la jornada del domingo un nuevo tiempo político; se abre así, un inédito ciclo político en la historia de la quinta economía de la eurozona. Etapa que, sin embargo, no comenzó ayer, sino que más bien se empezó a gestar el domingo 15 de mayo de 2011 cuando miles de españoles acamparon en la histórica Plaza de Sol, en el centro de Madrid, demandando mayor y real democracia y nuevas formas de representación político-ciudadana. En este sentido, en los comicios del último domingo, los dos partidos que han protagonizado la escena política de los últimos 33 años, el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), han sufrido su peor revés en una elección general; el primero, encarnó su peor performance desde 1989 y el segundo, la peor desde el retorno democrático. La contracara de los partidos tradicionales fueron los llamados “emergentes”: la alianza izquierdista de Podemos, liderada por el politólogo y profesor universitario, Pablo Iglesias, y los independientes de derecha, Ciudadanos (C’s), ambas fuerzas surgidas al calor de la crisis económica, social y política que azota al país ibérico desde el 2007, arrebatándole un cuantioso caudal de votos y bancas a quienes gobiernan alternadamente desde 1982.

La contracara de los partidos tradicionales fueron los llamados “emergentes”: la alianza izquierdista de Podemos, liderada por el politólogo y profesor universitario, Pablo Iglesias, y los independientes de derecha, Ciudadanos (C’s), ambas fuerzas surgidas al calor de la crisis económica, social y política que azota al país ibérico desde el 2007
El PP, que si bien se alzó el domingo como la fuerza más votada con más de 7 millones de votos, lo cual equivale a 123 escaños en el Congreso, aún no alcanza a las 176 bancas necesarias para formar gobierno. Aún sumando los 40 escaños que obtuvo C’s, un posible y eventual aliado de los conservadores, tampoco le serían suficientes. De esta forma, el PP, que busca la reelección de Mariano Rajoy al frente del gobierno, se ve obligado a tender alianzas de gobierno con los partidos nacionalistas como el Partido Nacionalista Vasco (PNV) que consiguió 6 escaños, o el catalán Democràcia i Llibertat (DiL) con ocho. Ya sea buscando sus votos positivos en las votación de investidura, o su abstención con el fin de poder formar gobierno con mayoría simple, es decir, sumando más votos positivos que el conjunto de los negativos de las otras fuerzas. Sin embargo, el pésimo manejo que ha tenido el gobierno de Rajoy frente al auge del independentismo catalán durante su legislatura, indicaría que quienes supieron ser sus socios en el pasado votando en conjunto ajustes y recortes, no le darían sus votos al conservador para que continúe al frente del ejecutivo.

El PP, que si bien se alzó el domingo como la fuerza más votada con más de 7 millones de votos, lo cual equivale a 123 escaños en el Congreso, aún no alcanza a las 176 bancas necesarias para formar gobierno.
Por su parte, el PSOE, que sigue sumergido en una profunda crisis, pudo sortear la tormenta pese a haber perdido 20 escaños y alrededor de 1.5 millones de votos, fugados a Podemos y C’s, gracias a la anacrónica ley electoral que alberga un sistema de circunscripciones y repartos de escaños que perjudica a los pequeños partidos y beneficia a los dos más grandes y a los regionales como el PNV, DiL o a la Coalición Canaria (CC). Algunos sondeos previos, e incluso una boca de urna, lo situaban por debajo de la formación morada, por lo que los resultados airearon al partido fundado por (el otro) Pablo Iglesias hace más de 130 años. Los socialistas, que experimentan una cierta renovación de la mano su candidato, el joven Pedro Sánchez, tienen muchas chances de presidir el próximo gobierno, pero para ello, deberán pactar con Podemos, los nacionalistas catalanes de izquierda, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y DiL. Para lograr buen puerto, tendrán que poner común de acuerdo algunos puntos clave en los que Pablo Iglesias ha marcado como central, como la reforma constitucional y la cuestión catalana con las otras dos fuerzas, principales fuerzas impulsoras del proceso secesionista en esa región. Al mismo tiempo, Sánchez tendrá que lidiar con los sectores más reacios de su partido a pactar con Podemos, como el ex presidente del gobierno, Felipe González.

Los socialistas, que experimentan una cierta renovación de la mano de su candidato, el joven Pedro Sánchez, […] deberán pactar con Podemos, los nacionalistas catalanes de izquierda, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y DiL.
“Podemos no nació para jugar un papel testimonial” dijo Pablo Iglesias la noche del 25 de mayo del 2014 ante un puñado de gente en la Plaza Reina Sofía en Madrid, algunas horas después de haber sorprendido a propios y extraños tras haber obtenido 5 eurodiputados, más de un millón de votos y ubicarse como cuarta fuerza en España en las elecciones europeas. Luego de ir ganando conocimiento dentro y fuera de España, y de erigirse como la principal alternativa al bipartidismo del PP y PSOE, la fuerza a la que muchos acusan de populistas por su simpatía con los procesos populares de la última década y media en América Latina, fue ganando adhesiones. En mayo pasado ya habían logrado hacerse de las principales ciudades de este país, cuando de la mano de otros movimientos sociales y colectivos de izquierda también hijos del estallido de la crisis en 2011, desplazaron al PP y aliados en Madrid, Barcelona, Valencia, Cádiz y A Coruña entre otras. Este domingo obtuvieron más de 5 millones de votos, tan solo poco más de 100 mil menos que el PSOE, convirtiéndose así en un actor clave para la próxima legislatura, con posibilidades de ser gobierno y ocupando “el centro del tablero político” como alguna vez expresó Iglesias.

[Podemos] Este domingo obtuvieron más de 5 millones de votos, tan solo poco más de 100 mil menos que el PSOE, […] con posibilidades de ser gobierno y ocupando “el centro del tablero político” como alguna vez expresó Iglesias.
La conformación del próximo gobierno no promete ser sencilla ni rápida, e incluso existe la posibilidad de, ante la incapacidad de que ninguna fuerza alcance la suficiente cantidad de votos, llamar nuevamente a elecciones.
España abrió el domingo un nuevo tiempo político marcado por la llegada de nuevas fuerzas políticas que, como sostienen los principales dirigentes de Podemos, el eje se traslada de izquierda-derecha, a “los de abajo contra los de arriba; entre las grandes mayorías versus las minorías poderosas; la ciudadanía contra la casta”. Un nuevo ciclo que amenaza con extenderse a gran parte de Europa Occidental.


*Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. szulmanm@gmail.com © Copyright 2015 Inés, All rights Reserved. Written For: Cuadernos de Coyuntura