Ciudades inteligentes

-->
En líneas generales, una ciudad se puede definir como "inteligente" o como "inteligentemente eficiente", cuando la inversión social, el capital humano, las comunicaciones, y las infraestructuras, conviven de forma armónica con el desarrollo económico sostenible, apoyándose en el uso y la modernización de nuevas tecnologías (TIC), y dando como resultado una mejor calidad de vida y una gestión prudente de los recursos naturales, a través de la acción participativa y el compromiso de todos los ciudadanos.
Tarjeta inteligente en un torniquete del Metro de la Ciudad de México.

Desde el punto de vista tecnológico, una "ciudad inteligente" viene a ser un sistema ecosostenible de gran complejidad (sistema que contiene muchos subsistemas), o sea, un ecosistema global en el que coexisten múltiples procesos íntimamente ligados y que resulta difícil abordar o valorar de forma individualizada.

La IATE (base de datos de referencia de la Unión Europea) enfatiza en relación a este concepto -vinculado con la logística y el conjunto de tecnologías y de procedimientos- que se podría colaborar en la administración y ordenamiento de algunas ciudades, de forma que para el año 2020 se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero en más del 20 % (en comparación con el año 2010), se aumente un 20 % el uso de energías renovables para la producción de electricidad, calefacción, y climatización, se incremente en un 20 %, la eficacia en el consumo energético por parte de los consumidores finales y se reduzca hasta un 20% el consumo de energías primarias.17 En definitiva, se apunta a lograr un desarrollo urbano o territorial que mejore activamente la calidad de vida del ciudadano, conciliando y satisfaciendo las necesidades tanto de las empresas e instituciones como de las personas, gracias al uso extendido de las TICs, en comunicación, movilidad, eficiencia energética, y uso sostenible del medio ambiente y recursos naturales.18 19

En la práctica, y a nivel popular, se concibe una ‘Smart City’ como una ciudad comprometida con su entorno, con elementos arquitectónicos de vanguardia y donde las infraestructuras están dotadas de las soluciones tecnológicas más avanzadas. Una ciudad que facilita la interacción del ciudadano con los diversos elementos institucionales, urbanos, y tecnológicos, haciendo que su vida cotidiana sea más fácil, y permitiendo el acceso a una cultura y una educación que hacen referencia tanto a los aspectos ambientales, como a los elementos culturales e históricos.

El concepto de "smart city" se articula en base a cuatro ideas esenciales:20

    Las cuestiones ambientales y las restricciones energéticas;
    La comunicación fluida de los actores entre sí: colectividades, ciudadanos, empresas, instituciones;
    El uso compartido de bienes y servicios, con una activa participación de los usuarios en la concepción de productos, servicios, y modalidades operativas, y renunciando en algunos casos a la propiedad y uso individual;
    La integración de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, la robótica y los sistemas inteligentes de transporte, que potencian el funcionamiento en red; la modificación de la matriz energética a favor de las energías renovables, y el cambio de comportamiento y usos por parte de los ciudadanos.

Para Rudolf Giffinger, las "ciudades inteligentes" pueden ser identificadas y clasificadas, según seis criterios principales o dimensiones principales,21 22 y dichos criterios son:

    economía,
    movilidad,
    medioambiente,
    habitantes,
    forma de vida,
    administración.

Estos seis criterios o aspectos se conectan con las tradicionales teorías regionales y neoclásicas del crecimiento y desarrollo urbano, y respectivamente están basados en la teoría de la competitividad regional, en la economía de los transportes y de las tecnologías de la información y de la comunicación, en los recursos naturales, en el capital humano y social, en la calidad de vida, y en la participación de los ciudadanos en la vida democrática de la ciudad.

Para Jean Bouinot, «la ville intelligente est celle qui sait à la fois attirer et retenir des entreprises employant de la main-d'œuvre hautement qualifiée» (en español: « la ciudad inteligente es la que atrae la instalación de empresas, que en líneas generales emplean mano de obra calificada y altamente cualificada»).23 24

Y para Fadela Amara, una "ciudad inteligente" lo es fundamentalmente a través de la digitalización, utilizando todo el abanico de tecnologías disponibles al servicio de los ciudadanos. Igualmente, una "ciudad inteligente" debe ser capaz de crear empleos, además de tener un sistema de transportes de alta calidad al servicio de los residentes, para así garantizar una buena y cómoda movilidad. A esta lista también se agregan, hogares saludables y funcionales, un buen sistema sanitario y educativo, y facilidades en materia de ocio y diversión.25

Las definiciones planteadas varían según el autor consultado, lo que no debe sorprender pues como ya se dijo, el concepto es emergente y dinámico. Por otra parte, se observa que se llama ciudad inteligente a algo que no tiene todas las características enunciadas, que no manifiesta una preocupación notable por el medioambiente, o está lejos de esa componente holística e integral a la que antes se hacía referencia, entonces nos acercaríamos más al concepto de 'ciudad planificada', o 'ciudad digital'. Se entiende este escaso apego a la terminología o una cierta tergiversación debido a intereses comerciales o de tipo político. En muchos casos, las campañas de promoción y propaganda toman al ideal de la ciudad inteligente como atractivo lema publicitario.
Planteamiento

Un planteamiento como el descrito exige a las ciudades o territorios que aspiren a ser considerados como ‘inteligentes’, la renovación y el mejoramiento constante de las soluciones tecnológicas, con el fin de optimizar sus procedimientos y la calidad de vida en su entorno. Esto nos lleva a un detalle importante: la categoría ‘smart’ no es duradera, es decir, no está asociada a la consecución de una meta específica, sino que implica más bien el compromiso por parte de los distintos agentes involucrados, de abordar un proceso de mejora constante, con un potencial casi infinito, y una meta no menos lejana.26

    Ser Smart City no es un objetivo en sí mismo. Es un medio para un fin. (… y el camino por el que una ciudad debe) seguir avanzando para ser, cada día más, sinónimo de oportunidades, cohesión y calidad de vida.
    Alcaldesa de Madrid Ana Botella, página 3 de su discurso del día 7 de mayo de 2013 (ver referencias externas)

Contexto Político
El proyecto para construir un vehículo eléctrico en Rosario (Argentina), comenzó en el año 2007, por las ventajas derivadas de una eventual falta de combustible líquido, una menor contaminación del aire, y una menor producción de CO2 (que es el que provoca el efecto invernadero).

El concepto de ciudad inteligente en este aspecto ha sido muy usado en el proceso de urbanización y ha estado muy de moda en el campo de la política en los últimos años, con el objetivo entre otras cosas de establecer y marcar una clara distinción entre ciudad digital y ciudad inteligente.27 Su principal objetivo se centra todavía en el papel (rol) y modernización de la infraestructura de las TICs, pero mucha investigación también se ha llevado a cabo sobre el papel cumplido por el capital humano, la educación, el capital social y relacional, y el capital de interés ambiental, así como sobre el papel o rol cumplido por los impulsores del crecimiento y del mejoramiento urbano.
Características

La ciudad “inteligente” es todavía un concepto difuso, ya que esta etiqueta se utiliza de diveras formas que no siempre son compatibles entre sí. En esta sección se resumen las características de ciudad inteligente que con mayor frecuencia se repiten en las discusiones sobre el tema.

La etapa que se alcanza en el desarrollo de la infraestructura de las TIC (telefonía móvil y fija, TV por satélite, redes informáticas, comercio electrónico, servicios de Internet), pone en primer plano la idea de una ciudad cableada (con fibra óptica y con la nueva telefonía móvil 4G) como el principal modelo de desarrollo, y de una conectividad cada vez más mejorada en calidad y rapidez como fuente de crecimiento.28

El papel fundamental se centra en las industrias creativas y de alta tecnología aplicadas al crecimiento urbano a largo plazo. Este factor, junto con la infraestructura de servicios, es especialmente importante.

El enfoque implica el desarrollo urbano integrado basado en multi-actores, multi-sectores, y variadas perspectivas en varios niveles.29 30 Esto conduce a un "énfasis subyacente en empresas dirigidas por el desarrollo urbano",27 y la creación de ciudades favorables a los negocios con el objetivo de atraer nuevos negocios. Los datos muestran que las ciudades orientadas a los negocios están, en efecto, entre las que tienen un rendimiento socio-económico más satisfactorio. Con este fin, las ciudades pueden diseñar parques empresariales con las características de espacios inteligentes: Kochi, Malta, Dubai, son ejemplos.

La capacidad de inteligencia local está intrínsecamente ligada a la de la economía basada en el conocimiento, donde la innovación y la tecnología son los principales motores del crecimiento31 32 y de la inteligencia colectiva de la comunidad, que subraya la capacidad y las redes como los principales factores de éxito de una comunidad.33 Para ello es necesario un paradigma de planificación pertinente para el desarrollo urbano-regional, y una gestión de la innovación, similar al propio concepto de ciudad inteligente.

Mediante el desarrollo de estrategias conjuntas, la ciudad deberá estar basada en la agrupación o accesibilidad a la información y facilidad de movimiento de los mecanismos de innovación de carácter mundial, y mejorando sustancialmente y de forma continua sus sistemas de información interna.
Orientación estratégica

La Unión Europea en particular, ha dedicado esfuerzos importantes a la elaboración de una estrategia para lograr un crecimiento urbano con un sentido “inteligente” para sus ciudades metropolitanas.34 29

'The Intelligent Community Forum', por ejemplo, ha investigado y continúa investigando sobre los efectos locales de la revolución de las TICs en todo el mundo. La OCDE y Eurostat junto con el Manual de Oslo35 36 destacan como el motor de cambio a la innovación en los sectores de las TICs, y proporcionan un conjunto de herramientas para identificar indicadores coherentes, dando forma así a un marco sólido de análisis para los investigadores sobre innovación urbana. Y a nivel regional, se observa el papel de la infraestructura de comunicaciones como puente para futuros resultados económicos positivos.37

La disponibilidad y la calidad de la infraestructura de las TICs no es el único rasgo importante de una ciudad inteligente ni la única característica que ayuda a definir este concepto. Varias definiciones hacen hincapié en el papel del capital humano, la educación, y la capacidad económica para adquirir dispositivos electrónicos. Se ha demostrado, por ejemplo,38 39 40 que las tasas de crecimiento urbano más rápidos se han logrado en las ciudades que disponen de una fuerza laboral con mayor nivel educativo.
Proyecto piloto que analiza la electricidad usada por luces y otros aparatos en un hogar. Se manejan lecturas de intervalos de un minuto de lo que cada circuito usa.

La innovación en las ciudades es impulsada también por los empresarios innovadores en cuanto a industrias y productos que requieren una mano de obra cada vez más cualificada, para así generar más comodidad y seguridad a los usuarios, con un menor consumo energético. Y no todas las ciudades tienen el mismo éxito en la inversión y en el capital humano, pero una fuerza laboral más educada y calificada es una base sólida.

La tendencia de algunas ciudades a dejarse estar y restar esfuerzos y preocupación respecto del capital humano, ha atraído la atención de investigadores y responsables políticos. Resulta que algunas ciudades, que en el pasado estaban mejor dotadas de una fuerza de trabajo cualificada, han logrado atraer más mano de obra cualificada. Los responsables políticos, y en particular los europeos, atribuyen esta situación a cierta tendencia de los trabajadores más preparados, a sentirse atraídos por contextos urbanos donde se percibe más dinamismo y nivel de competencia y excelencia, tal vez porque allí se sientan más a gusto, y/o porque piensen que allí habrán más posibilidades para ellos en cuanto a sus ingresos y en cuanto a sus respectivas satisfacciones personales y profesionales.