El possismo reparte las boletas de Scioli, de Macri y de Massa

Jaqueado por la interna de Cambiemos y ante un escenario que se le torna adverso, el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, se juega la supervivencia. Para eso, apuesta a sumar de todos los colores.

Repudiado por sus correligionarios, recelado por los renovadores, humillado por los amarillos y en confrontación con el FpV, Gustavo Posse otea un escenario para el domingo que no le da margen para el optimismo.

El histórico Jefe Comunal, que apuesta por una nueva reelección ante el frustrado intento de pujar por la Gobernación, salió a repartir, acaso en un gesto que muestra un poco de desesperación, la boleta de todos los candidatos presidenciales acompañado del último tramo de la de Cambiemos, a la sazón, la que lo lleva a él.

Así lo atestiguaron vecinos de San Isidro que se encontraron con la nómina local de Cambiemos y el nombre de Posse, acompañado de las cartas con las que reparten su propia papeleta Daniel Scioli o Sergio Massa.

Es que Posse tiene una dura parada en las PASO, donde enfrentará en el plano local a Guillermo Montenegro, ministro de Seguridad y Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, que es, además, el favorito de la tropa de Mauricio Macri.

La apelación al voto de Massa no es casual. Además de la interna con Montenegro, que divide el voto de Cambiemos, Posse enfrenta a la exigente competencia que le plantea el tándem que componen Marcela Durrieu y Sebastián Galmarini, familia política de Sergio Massa, que ya en 2013 le complicó severamente el escenario electoral.