China estimula el consumo interno para reactivar su economía

El gigante asiático.Ordenó una baja del 0,25% en la tasa de interés. Fue luego de un nuevo desplome de sus Bolsas por segundo dia. En Europa, los mercados tuvieron alzas.





A la baja. Una empleada de la Bolsa de París señala los índices en descenso de las Bolsas de China tras el desplome de ayer (AP).



En una decisión inesperada del Banco Central de China pero que fue saludada por los mercados occidentales con un alza de cotizaciones, el gobierno comunista dispuso ayer una baja de las tasas de interés e inyectó liquidez en el sistema. Buscó así frenar la caída de sus Bolsas, que ayer se desplomaron por segundo día consecutivo, y dar impulso a la segunda economía del mundo, que viene creciendo menos en los últimos meses.

De esta manera, la tasa de referencia para un préstamo a un año bajará un 0,25% al 4,6% y la tasa anual para los depósitos caerá un margen similar hasta 1,75%. Este es el quinto recorte de las tasas chinas en nueve meses y que se suma a la triple devaluación del yuan, lo que confirma la dificultades que tiene el gigante asiático.

El anuncio hizo subir de inmediato las Bolsas europeas que, por la diferencia de horario, aún estaban negociando, y retomaron ganancias en torno al 4%. Londres subió un 3,09%; París, un 4,14%; Frankfurt, 4,97%; y Madrid, un 3,68%. No sucedió lo mismo con Wall Street que cayó un 1,29%. Ni con la bolsa de Buenos Aires, que bajó un 0,56% aunque tuvo tono alcista toda la jornada.

A pesar de las medidas, que buscan reactivar el consumo en la economía china, los expertos se mostraron escépticos respecto de su efectividad. “En teoría una bajada de tasas tiene que hacer subir el mercado de acciones, pero los pequeños inversores están en pánico, por lo que es incierto si este paso podrá cambiar el clima deprimido en los mercados”, señaló la analista financiera independiente Ye Tan.
Después de las fuertes pérdidas en las Bolsas el viernes y el lunes, Shanghai también perdió ayer un 7,63%. Además cayó el indicador de Shenzhen, que retrocedió un 7,04%. El lunes pasado las cotizaciones habían sufrido su peor jornada en ocho años y perdieron más de un 8%.

La inyección de liquidez lanzada desde Beijing –por unos 23.400 millones de dólares– en su mercado fue la mayor desde enero del 2014, intervención que de todos modos no logró bloquear las ventas, visto precisamente los resultados de ayer de sus dos principales Bolsas. También se desplomó Tokio, otra plaza financiera clave, que dejó en el terreno casi el 4% de su capitalización. Los analistas consideraron que esa tendencia negativa continuó la jornada de ayer debido a que el gobierno chino había paralizado las compras que llevaba a cabo para sostener el mercado.

Desde el inicio del crack bursátil de mediados de junio, cuando las acciones perdieron un tercio de su valor, las autoridades intentaron estabilizar los mercados con la inyección de miles de millones. En la última caída bursátil de esta semana no habían intervenido, hasta que ayer, después del cierre de las Bolsas, anunciaron la bajada de tasas y de las exigencias mínimas a los bancos.

El diario económico Financial Times escribió ayer que Pekín “finalmente capituló ante las fuerzas del mercado”. En las siete semanas anteriores el Banco Central debió comprar acciones por valor de unos 200.000 millones de dólares para frenar la caída. El dinero usado procede de las reservas de divisas del país, según el FT. Además, desde la fuerte devaluación del yuan el 11 de agosto, el banco también había usado otros 200.000 millones de dólares de las reservas para evitar una caída aún mayor de la moneda. El yuan se depreció poco más de un 5% este mes.

El problema para la cúpula china es que pese a haber gastado ya unos 400.000 millones de dólares para sostener el yuan y las Bolsas, la situación parece peor que al inicio de las intervenciones, comenta el diario estadounidense. Muchos países dependen en gran medida de China y eso los hace muy vulnerables. En momentos en que el crecimiento del gigante asiático se desacelera, la repercusión de su evolución se hará sentir a nivel mundial. Varios analistas aseguran que las aguas económicas serán turbulentas en estos próximos meses, sobre todo en aquellos países que tienen un fuerte vínculo de exportación con China. Estos desafíos ahora han quedado al descubierto a nivel global.
Por China, el FMI ya había recortado en julio de 3,5% a 3,3% la previsión de crecimiento anual de la economía mundial.