Las encuestas que obligaron a Macri a cambiar su discurso

El último trabajo de Aragón muestra que casi el 40% quiere “mantener la mayoría” de las políticas del kirchnerismo.




Mauricio Macri sorprendió a sus propios seguidores el último domingo con un discurso en el que revinidicó varias de las banderas del kirchnerismo, como las Asignación Universal por Hijo y Aerolíneas Argentinas e YPF estatales.


Si bien el giro del macrismo pareció tener mal timing luego de la ajustada victoria en la Ciudad sobre Martín Lousteau, las últimas encuestas ofrecen una explicación para un discurso que dejó descolocado a los propios seguidores del PRO.



Se trata de los números que las consultoras dan sobre si la sociedad busca un “cambio” con respecto a las políticas del kirchnerismo o si la mayoría prefiere una “continuidad”. El propio Macri utilizaba el argumento de que el 60% de los argentinos buscaba el “cambio” que el PRO ofrece y hasta llevó a ponerle nombre al frente que creó junto a la UCR y a la Coalición Cívica.



Sin embargo, el último trabajo de Aragón y Asociados, realizado durante la semana previa al ballotage, mostró la señales más claras de que esos números se pueden haber invertido en los últimos dos meses: para la encuestadora, el 38,8% de los argentinos quieren que el próximo gobierno “cambie unas pocas cosas y mantenga la mayoría”, frente al 25,5% que prefiere que “cambie la mayoría de las cosas y mantenga algunas pocas”.



Son las dos categorías que en su momento tenía como representantes más importantes a Daniel Scioli (continuidad con cambio) y a Sergio Massa (cambio con continuidad), respectivamente. En cambio, Macri era el candidato del “cambio puro”, opción que Aragón midió ahora en 19,4 y Florencio Randazzo representaba el kirchnerismo puro (continuidad pura), a la que la encuesta le da el 14,6%.



Pero ante la salida de Randazzo del panorama, y la caída en las encuestas de Massa, Scioli terminó absorbiendo a aquellos votantes que buscan el “cambio puro”, el núcleo kirchnerista.



El PRO, que se caracteriza por guiar sus estrategias de campaña por el resultado de focus groups y encuestas, habría detectado este giro en la opinión pública y decidido reajustar el mensaje que le enviaba a la sociedad: si Macri gana, no habrá cambios drásticos sobre las principales políticas del kirchnerismo.



De hecho, Aragón explica en su último trabajo que, de abril a hoy, creció la percepción de que Scioli sería el candidato que introduciría los cambios de manera más gradual, mientras que Macri cayó del 25,8% a 22,3% en la misma pregunta.



Pero el macrismo puede haber encendido otra señal de alarma por la imagen de la gestión kirchnerista, que viene en crecimiento en los últimos meses, como refleja una encuesta de junio y julio de Giacobbe.


Ante la pregunta “¿Cuál es su posición frente a las próximas elecciones presidenciales?”, el trabajo mostró que de marzo a julio, el porcentaje que quiere que el kirchnerismo pierda bajó de 54% a 42,8%, mientras que pasó del 23,5% al 30,5% el porcentaje que quiere que gane.


Al mismo tiempo, mejoró el puntaje promedio que los encuestados le dan a la gestión kirchnerista (en cuatro meses pasó de 4,72 a 5,47) y cayó 15% la percepción de que el ciclo político del kirchernismo esté agotado.


Con la imagen de Cristina Kirchner creciendo a medida que se acerca el final de su mandato y su decisión de apoyar directamente a Scioli, la decisión de no chocar directamente contra las medidas más populares del gobierno resulta razonable.

Además, como publicó Página/12 hoy, más del 70% de los argentinos cree que el Estado debe tener un papel muy importante en el manejo de la economía, una idea que claramente se asocia más con el FPV que con el PRO.