Vidal y Posse tensionan la alianza

La vicejefa de Gobierno presiona para que Macri no le de la boleta al radical.





María Eugenia Vidal aumentó su presión en el PRO para impedir que Mauricio Macri le permita a Gustavo Posse competir en la primaria pegado a su boleta presidencial.
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Esta noche entre los principales referentes del PRO corría la versión sobre un avance de Vidal para salirse con la suya, aunque causara la primera gran crisis de la flamante coalición opositora.

El argumento es simple: hace un año que la vicejefa recorre la provincia y no está dispuesta a perder los privilegios ni los compromisos que anudó en ese recorrido.

Su resistencia comenzó antes de la Convención de Gualeguaychú, cuando le planteaba a los dirigentes del PRO que Posse debía competir pegado a la boleta presidencial de Ernesto Sanz o Lilita Carrió. De hecho, Macri pareció dar una señal en ese sentido cuando anunció en Facebook que era "su" candidata para la gobernación.

Pero el intendente de San Isidro fue clave en la Convención radical de Gualeguaychú, al volcar a favor de la alianza con Macri a una parte de los votos de la provincia de Buenos Aires, partiendo el bloque que lideraba Ricardo Alfonsín, partidario de la alizna amplia con Sergio Massa.

El 11 de abril podría hacer lo mismo para quitarle la lapicera a Alfonsín en el Comité UCR de la provincia y poder digitar las candidaturas bonaerenses.

Por toda esa tarea, Posse habría acordado que en la primaria tanto él como Vidal puedan ir pegados a las boletas de Sanz y a las de Macri. Con una buena logística, imprimiría más boletas amarillas y se aseguraría un mayor arrastre de votos.

Pero Vidal intenta evitarlo y por estas horas presiona fuerte. El primer mensaje lo dio ayer cuando se reunió con Rubén “Toty” Flores, candidato a gobernador por la Coalición Cívica, que no tiene chances de ganar la primaria.

“A mí me enaltece competir con Toty”, afirmó Vidal que deliberadamente elige mostrarse con el más débil de sus competidores y elude toda referencia a Posse. De hecho, los conductores de TN los habían invitado a debatir y la vicejefa eligió rechazar la propuesta para no darle protagonismo a Posse, que sí la había aceptado.

En la cúpula del PRO corre un fantasma: Luego del conflicto con Gabriela Michetti, no están en condiciones de soportar un berrinche público de la segunda dama del macrismo. Por eso, existe un sector que apoya su pedido de negarle la boleta de Macri a Posse.

Por otro lado, lo más curioso de este debate es que si la alianza UCR-PRO-Coalición Cívica se produce y Sanz se baja, Posse necesitaría que Macri o Carrió decidan quien lo apadrina. Y el jefe de Gobierno tendrá una excusa más para fallarle a su segunda.