Intendentes radicales van al encuentro de Sanz para exigirle que se baje e ir en la boleta de Macri

A la espera de recibir a Ernesto Sanz para tener precisiones del armado bonaerense tras el pacto con el PRO, los intendentes esperan escuchar la definición de listas únicas a nivel legislativo y la apertura de "colectoras" para dirimir los municipios y adherir a la lista de Macri.





Los intendentes radicales se aprestan para recibir las explicaciones y todo parecería encaminarse a una lista única entre el PRO y la UCR a nivel legislativo, al igual que en Nación, y la posibilidad de plegarse a la boleta de Macri, con Vidal o con Posse, con las famosas “colectoras”.

Los intendentes, es cierto, en su mayoría ya tienen el juego desplegado y algunos analizan que ciertamente los candidatos locales van a arrastrarle más votos al candidato a Gobernador que los que el candidato bonaerense pueda ofrecerles.

La idea de Sanz para la reunión va a ser plantear una libertad condicionada. “Tampoco un giro de 180 grados en lo que se definió en la Convención”, dijo  uno de los defensores del acuerdo a nivel Provincia de Buenos Aires, pero que le permita a los intendentes mantener las estrategias que ya hubieran delineado para la campaña. Dentro de esas limitaciones aparece Sergio Massa.

El reclamo del candidato propio parece condenado a ahogarse en la cumbre que se desarrollará en General Alvear. Pero, según pudo reconstruir este portal, la exposición de Sanz, que ya vienen intentando de mandar mensajes tranquilizadores a los alcaldes, será en torno a la jugada de la UCR de plegarse a la lista de Mauricio Macri, a sabiendas de la poca medición del mendocino y presidente del partido.

Así las cosas, todo parece conducir a una especie de colectora de la UCR en las boletas del PRO, con la posibilidad de que haya una lista de Macri, con Vidal y con el candidato a intendente que ya tenga el territorio desplegado. Detrás de esa maniobra se podrían explicar las fotos de la vicejefa de Gobierno con los distintos jefes comunales del radicalismo, muchos de los cuales ya tienen decidido ir por un nuevo mandato, algunos ya instalados hace más de un período.

Con estas reglas, para los intendentes la jugada de Gustavo Posse pasa a ser irrelevante. “Si aparece en una lista, que sea en la del PRO”, dice un dirigente bonaerense de peso.

El mapa podría quedar planteado con la boleta corta de Ernesto Sanz, con serias chances de bajarse del barco si no supera el dígito en las mediciones. Lejos de la Lista 3, la amarilla de Mauricio Macri apostaría por Vidal, en una eventual interna con Posse quien podría usar su sello, y acobijaría así a los alcaldes, algunos de los cuales ya han elegido sumarse a la campaña de los “porteños”.

Los radicales entienden que, agotada la instancia de tener un candidato que mida, el “arrastre” se dará desde la Naciónal, con Macri en la cabeza y con el empuje del referente local que, cimentado en su alto conocimiento e instalación, fortalezca el voto regional, más allá de lo que se termine definiendo para la boleta bonaerense.

En el tintero quedarán los votos del radicalismo que muchos dirigentes evalúan irán direccionados hacia Stolbizer, una vez que se formalice la vacancia de un candidato de la UCR en la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, también el GEN tiene la ausencia de un nombre propio que pueda catalizar adhesiones y, sin lanzamiento formal bonaerense, se pierde en la danza de nombres sin lograr aglutinar el descontento de los abatidos en la Convención Nacional.

Esta tarde, dirigentes nacionales de aquellos que vieron torcer el rumbo que esperaban que tomara la UCR, se verán las caras para intentar destrabar la estrategia. En algunos casos se aprobará el camino del acuerdo con Massa, en pos de sumar también los votos de ciudades como Jujuy o Tucumán, donde las cartas ya estaban jugadas.