En las redes se construye lo público


Por Darío Sztajnszrajber



Por lo general, los políticos tradicionales se relacionan con las redes sociales como si fuesen un espacio de publicidad, un accesorio con el que contar para poder desplegar su propaganda. Creo que en ese sentido no se comprende que la revolución informática de las redes sociales cambia completamente el paradigma anterior. Entonces, usando Facebook y Twitter como si fuese un espacio más de publicidad no terminan de aprovechar la naturaleza misma de la revolución informática que es que en las redes sociales también se construye la esfera pública. No se trata de un espacio más para pegar un afiche, pero de manera virtual, sino que se trata de comprender que hay códigos, lenguajes, problemáticas, circulación de la palabra completamente diferentes en el marco de unas redes sociales que no son virtuales en el sentido tradicional de la separación entre lo real y lo aparente.

Cuando los políticos intentan argumentar o entran en debate con otras personas me parece que pierden el objetivo. Y pierden el objetivo porque argumentar es imposible y los debates suelen ser violentos, que es lo que lo convierte en una estrategia inapropiada.

En las redes se construye lo público: hoy la esfera pública incluye también a las redes sociales.

Personalmente me choca, me impacta cuando los políticos se enganchan con el Twitter a generar debates abiertos. En general entiendo que Twitter es un espacio más parecido a lo que hace años era el diario personal: la posibilidad de expresar ideas, de narrar experiencias, pero nunca un espacio de intercambio abierto porque el formato de Twitter no lo posibilita. En Twitter es imposible argumentar porque su naturaleza no es la argumentación, ya que la argumentación implica un ir y venir con las ideas que en 140 caracteres resulta imposible. Por eso Twitter es más parecido a la poesía. Es el espacio donde se trata de expresar ideas contundentes, que hagan pensar, incluso desde lo misterioso o desde un código de manifiestos, pero no un espacio de argumentación. Entonces cuando veo que hay políticos que usan Twitter para expresar ideas, y en 140 caracteres van tirando uno detrás del otro sus posicionamientos, me parece excelente.

En cambio, cuando los políticos intentan argumentar o entran en debate con otras personas me parece que pierden el objetivo. Y pierden el objetivo porque argumentar es imposible y los debates suelen ser violentos, que es lo que lo convierte en una estrategia inapropiada.