Posse se quedo sin Massa y sin Macri


Mientras que el massismo aisla a Posse, el macrismo lo mide con recelo


La impronta que asumió en las últimas semanas el intendente de San Isidro contra Sergio Massa y apoyando la gestión de Mauricio Macri, no causó el efecto esperado. Por ahora se queda sin nada.







Las fuertes declaraciones vertidas por Gustavo Posse en detrimento del armado de Sergio Massa desparramando mimos hacia el Jefe de Gobierno porteño con la excusa de armar un frente entre ambos espacios lo muestra cada vez más solitario.

Desde Tigre cada vez está más firme la idea de no asumir el deterioro político de abrir una interna entre varios candidatos por lo que aseguran que Sergio Massa decidirá la dupla para pelear la Provincia. Posse lo sabe y también que no entra en ninguna de las dos primeras posiciones.

Por eso, en silencio, la Liga de intendentes renovadores no se gastan en responderle y aplican el axioma “Una imagen vale más que mil palabras” y se sacan fotos con Francisco De Narváez, reciente incorporación, mientras Posse retruca a través de los medios.

La propia Mónica López se empezó a despegar en diciembre – luego de compartir juntos varias actividades – cuando vio que Posse jugaba un juego peligroso cuestionando el armado de Sergio Massa.

La apuesta para que el PRO lo reciba con los brazos abiertos tampoco se le está dando al hombre que, junto con su padre, gobierna el distrito hace más de 40 años.

El recelo mayor lo tiene Jorge Macri quien no le perdona la actitud de Posse en el último cierre de lista. Posse le vendió al macrismo que podía digitar la lista de la seccional pero no logró ni sentarse a la mesa de negociaciones. Por eso, como no podía explicarlo, después de las elecciones se metió más adentro en el massismo.

Desde el PRO, que también se llaman a silencio a pesar de los centros que le tira Posse, sólo le darían la bienvenida para facturarle al Frente Renovador que le quitó un intendente. Para colmo, Carlos Castellano, su candidato municipal para sucederlo en su aventura gubernamental, no sube en las encuestas. Ante este escenario, en San Isidro nadie descarta que Posse vaya por otra reelección como vecinalista con boleta propia.