Niembro, el menemista vintage, que intenta apuntalar a una Vidal, que no levanta en territorio bonaerense

El periodista pintado de amarillo recorre la Provincia llevando las consignas de Mauricio Macri para doblegar al PJ. Tarea que disfruta con espalda y predispuesto a las críticas.



Claramente Fernando Niembro no es lo “nuevo” que intenta pregonar el macrismo sumando candidatos de basto conocimiento popular en todo el país. Los Baldassi, Del Sel o Mac Allister sí se diferencian por su inexperiencia política, algo que el periodista detenta, quizás, como una foja deslucida en tiempos del menemismo.

Como exsecretario de medios del primer gobierno de Carlos Menem, fue el encargado de anunciar la impunidad de los indultos de Videla, Massera, Viola entre otros. Sin embargo, de esos archivos el periodista no sólo sale indemne sino que son pocos los dirigentes políticos que pueden achacarle historiales de arrepentimientos.

Hoy Niembro recorre la provincia de Buenos Aires en paralelo a María Eugenia Vidal por lo que no se descarta que ambos confluyan en la fórmula bonaerense para competir en la sucesión de Daniel Scioli.

Con la vicejefa de gobierno porteño se reparten los distritos, aunque es Vidal la que pone la cara para aterrizar en los partidos – sobre todo los gobernados por el radicalismo – donde se pueda lograr acuerdos de cara a las elecciones. Vinculado al PJ, Niembro no pareciera ser la mejor opción para negociar con la UCR.

“Yo puedo ayudar y aportar, pero jamás sería diputado o senador, aunque me muero de ganas. Igual creo que tengo más poder desde los medios de comunicación”, supo decir Niembro ahora jugado de lleno en la política.

Sólo basta recordar cuando Francisco de Narváez acarició la posibilidad presidencial: "A mí no me importa si alguien que quiere ser Presidente de la Argentina no nació en este país. Mientras sea humilde, trabajador, honesto, es suficiente. Yo lo voto". O su recordado centro al hombre de campera amarilla: "Ahí está Alfredo Olmedo, un hombre que se ocupa mucho de los jóvenes y el deporte".

El valor del periodista en un distrito donde el PRO nunca pudo instalarse, amen de su popularidad, es la capacidad de decir lo que otros no se animan. Inmune a las balas, se pudo dar el lujo de afirmar que hay que "terminar con Fútbol Para Todos” porque, según él, "en las villas todos tienen cable". Algo que Mauricio Macri no se animaría a decir.

Lo paradójico de su estrategia de campaña es que no da notas. Se presta sólo a conferencias de prensa en las ciudades que visita acompañado de dirigentes locales y con medios afines. Sabe que será zamarreado, pero también que el título de la nota lo define él.