Javier De Luca: "Es una marcha política y los que van son unos figuretis"

Por Adrián Ventura | LA NACION




"No voy a la marcha porque los fiscales son parte de un poder que tiene que dar respuestas en lugar de hacer reclamos. Además, no hay indicios de un homicidio. Es una marcha política y los fiscales que van son unos figuretis. Y los medios de comunicación capitalistas se aprovechan porque les conviene vender más noticias", afirmó el fiscal Javier De Luca, uno de los cuatro que se desempeñan ante la Cámara Federal de Casación Penal y que integran Justicia Legítima.

-¿Por qué el sector de fiscales en el que usted se inscribe no está de acuerdo con la marcha?

-Digo "no" desde dos puntos de vista. El primero, porque soy funcionario y pertenezco a un poder que debe dar respuestas en lugar de hacer reclamos. Me parece fuera de lugar que un fiscal marche con un mensaje, interpelando o reclamando justicia no sé a quién, cuando los fiscales son parte de la Justicia.

-Los que marchan dicen que no reclaman nada y que sólo quieren hacer un homenaje.

-El silencio que dicen guardar quiere expresar que en la muerte de Nisman hubo algo raro y que un colega murió en un acto de servicio por haber denunciado a la Presidenta. No lo puedo aceptar profesionalmente porque es una forma de meter un prejuicio y una intencionalidad en las hipótesis de investigación, que tienen que ser neutras. Y pueden haber ocurrido cinco cosas: un accidente, que se le disparó el arma; un suicidio voluntario; un suicidio inducido, con un Nisman captado; o una coacción para que se mate a sí mismo, como podría haber ocurrido si le amenazaban a un ser querido y, finalmente, un homicidio. Si hay cinco hipótesis y no sabemos ni siquiera las causas que pudieron haber influido en una u otra, ¿cómo puedo salir a mostrarme que participo de la tragedia con las víctimas como si Nisman hubiera sido asesinado? Que la familia haga lo que quiera, que marche, pero los fiscales son profesionales y no deberían marchar. La segunda objeción que hago a la marcha es que los homenajes siempre son reservados. Yo no doy condolencias ante las cámaras de televisión.

-Sin embargo, cuando falleció Néstor Kirchner ya no era mandatario y nadie -ustedes tampoco- objetó que se le rindieran honores públicos.

-Es distinto. A Néstor Kirchner se le hizo un velorio público, mientras que acá el velorio ya pasó. Los fiscales que van a la marcha son figuretis [sic]. Además, no está claro que haya sido un homicidio. Si tuviera la certeza, iría yo mismo, pero hay una fiscal investigando.

-La fiscal Fein, cuya investigación ustedes respetan, desperdició las primeras 48 horas, que son esenciales para recoger pistas.

-En realidad, no lo sabemos porque eso es lo que informan los medios, que son parciales. No sabemos si Sergio Berni, cuando dicen que estuvo en la escena del crimen, efectivamente se quedó allí o si contaminó o no ese lugar. Además, cuando pasa un hecho grave siempre llegan los jefes al lugar. Con el diario del día siguiente es fácil criticar. En los medios de comunicación hay gente que opina cualquier cosa.

-¿Se esclarecerá lo que ocurrió?

-No. Nisman se movía en un mundo de gente muy complicada. Me parece poco serio y me produce profundo desagrado que gente profesional se comporte como una víctima y como un ciudadano común reclamando a las autoridades cuando las autoridades son ellos. Y si fuera por un homenaje, ¿le hicieron un homenaje a un defensor oficial que murió la semana pasada por enfermedad? No.

-¿Cree que sus colegas tienen una intencionalidad política?

-Sí, no sé cuál, pero la veo porque no tiene sentido lo que hacen. ¿A quién le conviene más que siga este gobierno? A Clarín, porque tiene a quién pegarle todos los días; porque todos los días le pegan a un acto de gobierno. Nosotros somos Justicia Legítima y nos tratan como si fuéramos la quinta flota invasora.

-Habla como si desconociera que Gils Carbó manipula fiscales.

-Eso es otra fantasía, una noticia completamente inflada. Y, por otra parte, los medios encontraron a otro a quien pegarle. Fue al velorio de Nisman y la gente agredió su auto. Y tampoco es cierto que ella fuera a remover a Nisman de la Unidad AMIA. De los muertos no hay que hablar ni decir tonterías. Mis colegas están usando una muerte. Y, de paso, olvidan que ellos también intervinieron en la causa AMIA, como el fiscal Guillermo Marijuan. Ahora se lavan las manos como si no hubieran tenido nada que ver.

-¿No cree que el Gobierno, con su actitud confrontativa, ayudó a generar más malhumor?-Creo que sí, porque el Gobierno se equivocó en su política de comunicación. La Presidenta y el Canciller, al haber sido denunciados por Nisman, se deberían haber callado.