Putin: Occidente y el lugar de Rusia



F
2015 puede ser un año crucial en la geopolítica actual, dado que Rusia podría dejar de desempeñar el papel preponderante que tenía, dada la crisis ecónomica que la empieza a afectar.

Desde su época como agente de la KGB, en la década de los ochenta, Vladimir Putin quería ver a su país en el primer plano de la escena política internacional. Esa fue su máxima ambición, y ni el paso de las décadas lo hizo desistir. Así inicia 2015 con su nación como potencia ineludible en las crisis. Tanto que medios como Forbes lo califican como el personaje más poderoso del mundo.

Desde el inicio de este siglo, Putin avanza con éxito en su política exterior, que no parece tener fronteras, hasta devolverle a Rusia el rol que había perdido en su protagonismo mundial, pero no sin problemas. La invasión a Georgia (2004), y la de Ucrania (2014), dan fe de esa conflictividad que implica proteger los intereses de la Rusia actual.

Víctor de Currea-Lugo, docente de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, explicó a El Colombiano el porqué de esa agresividad del “oso ruso” fuera de fronteras:

“Desde la Segunda Guerra de Chechenia (99-2009), que aunque fue dentro de Rusia, Putin empezó a dar muestras de cómo son sus posturas a nivel de fronteras. La utilizó como un elemento externo para unificar filas en torno a una idea de nación. Así es su política exterior, utiliza el nacionalismo para entender el país no como la frontera, sino más allá de la misma, en todos los lugares donde se hable ruso, o hasta donde los intereses de Rusia lleguen”.

Lo que ocurre hoy en Donetsk y Lugansk, con los prorrusos intentando separarse de Ucrania y con Rusia apoyando con gusto con tropas y armamento a los rebeldes, es por tanto, una muestra de esa visión de fronteras rusas que ha caracterizado a Putin.
Centro de los conflictos

Otro de los pilares de la política exterior del exKGB, es el cómo ha hecho de su país un actor imprescindible para dirimir asuntos problemáticos en la coyuntura mundial. El líder de la potencia pretende que esta fortaleza siga igual en el 2015, aunque ya tendrá muchas más dificultades, tal como argumentó Mauricio Jaramillo, docente de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario.

“Desde el 2000 asistimos al incremento de los precios del petróleo, algo que favoreció a Rusia. En segundo lugar, no se puede negar que Putin tiene un liderazgo que llevó a su nación por esa senda. En tercer lugar, Rusia se volvió un actor imprescindible para resolver los problemas críticos de la seguridad internacional. Entre ellos, Corea del Norte, Siria e Irán”, explicó.

“No obstante, hay algo que esta en contra de Putin ahora, y es la caída de esos mismos precios. Eso va tener efecto sobre el margen de negociación de Rusia frente a países europeos como Alemania, Polonia y Francia. El arma de la disuasión energética estará debilitada en 2015”, advirtió.

Jean-Marie Colombani, periodista francés, exeditor de Le Monde, en un artículo para el País de España, afirma que en un contexto de crisis económica, Putin intentará culpar al exterior para seguir cerrando filas en torno a esa idea de nación indestructible y sin límites en sus ambiciones geopolíticas.

“La actual crisis —de la que, según Vladimir Putin, saldrá “de forma inevitable”— se debe a la ausencia de cualquier modelo económico ajeno a la renta petrolífera. Cuando esta es abundante, Rusia arranca. Y cuando el precio del barril cae por debajo de 60 dólares, la recaudación se desploma y todo el sistema se tambalea. Eso no quita que, para Putin, la crisis sea culpa del “exterior”.

Putin mismo ya puso en evidencia estas premisas, al asegurar en un discurso reciente que “al oso ruso siempre intentarán encadenarlo, arrancarle los dientes y las garras. Estamos pagando nuestro deseo natural de preservarnos como nación, como civilización”.

El 2014 fue el año de Putin y de Rusia en la geopolítica. Pero en 2015, se podría ver un declive de ese poder, por cuenta de la crisis en el precio de lo que hasta ahora impulsó su avance, el crudo. El Colombiano hace un repaso sobre los elementos clave del año para el líder ruso.