Murió Mario Cuomo, tres veces gobernador de Nueva York

Su deceso tuvo lugar este jueves, en coincidencia con el día en que su hijo Andrew asumió su segundo mandato al frente del mismo Estado. También se cumplía el 21 aniversario de su primera toma de mando



Cuomo fue gobernador número 52 de Nueva York - y el padre del actual gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo.

Sirvió tres términos en la oficina del gobernador entre 1983 y 1994, y murió este jueves, cuando se cumplía el 21 aniversario de su primera toma de posesión. Antes de su carrera a gobernador, Mario Cuomo también se desempeñó como vicegobernador, y como secretario de Estado de Nueva York.

Mario Cuomo ganó la atención a nivel nacional poco después de que comenzó su mandato, al criticar el entonces presidente Ronald Reagan durante un discurso en la Convención Nacional Demócrata en 1984.

Ese discurso llevó a muchos a especular si Cuomo se postularía para la presidencia en 1988 y 1992. En última instancia, nunca fue elegido para buscar la nominación demócrata. En 1994, fue derrotado por George Pataki, y posteriormente se retiró de la política.

Nacido en Queens en 1932, Cuomo le sobreviven su esposa y cinco hijos, incluyendo el actual gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, y corresponsal de CNN noticias Chris Cuomo.

La investidura de su hijo Andrew

El gobernador reelecto del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, se comprometió este jueves en su discurso de investidura –antes de conocer la fatídica noticia- a luchar por Estados Unidos en "momentos problemáticos" en los que "las principales instituciones democráticas de Estados Unidos están siendo cuestionadas".

"Cuestionamos la esencia de todo aquello en lo que creíamos", aseguró el demócrata Cuomo, que se convirtió, al ganar las elecciones el pasado 5 de noviembre con un 54 % de los votos, en el primer gobernador del estado de Nueva York en repetir mandato desde que lo hiciera su padre, Mario M. Cuomo.

Mario Cuomo ganó la atención nacional al comenzar su mandato por criticar el entonces presidente Ronald Reagan


En una ceremonia que tuvo lugar en la torre 1 del World Trade Center, Cuomo pronunció un discurso que no evitó ninguno de los temas candentes de este momento convulso.

"El reto es no tener miedo a admitir la verdad para hablar de estos problemas", dijo. "No hay soluciones pequeñas para problemas grandes", añadió.

Como era de esperar, las tensiones raciales y la grieta entre los ciudadanos y autoridades que se desató con la muerte del afroamericano Eric Garner en Staten Island a manos de un agente de policía, ocupó una parte importante del discurso.

"El mundo ha visto morir a un afroamericano en Staten Islan. La gente está confusa, decepcionada y furiosa", dijo, y habló de "revisar el sistema judicial" en un momento "en el que la gente se pregunta si es justo o no", en clara referencia a las protestas desatadas por la decisión de un gran jurado de no imputar al policía que causó la muerte a Garner.

"Las fuerzas del orden tienen que recuperar el respeto por la comunidad y la comunidad tiene que recuperar el respeto por las fuerzas del orden", dijo, apuntando que los agentes de policía ha sido estigmatizados "injustamente" por este caso "e incluso asesinados".

El segundo tema por el que mostró su preocupación Cuomo, fue el de la desigualdad social, empezando por el sistema educativo.

"Para generaciones anteriores, la educación pública era una vía de oportunidades. Pero esa era la educación pública de ayer. Hoy tenemos dos sistemas de educación pública: la de los ricos y la de los pobres. Si has tenido la mala suerte de nacer en el código postal equivocado te quedarás atrás", aseguró.

Y, finalmente, apuntó la desconfianza en la solidez de la coyuntura económica. "Estamos diciendo que la recesión económica se ha acabado, pero trabajamos más duro y ganamos menos. La igualdad de los salarios es también otro de nuestros retos", dijo.

Así, prometió elevar el salario mínimo en el estado de Nueva York "para que nadie tenga que elegir entre pagar el alquiler y tener comida en la mesa".

El gobernador, ante una audiencia entre la que se encontraba el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, el senador Chalres E. Schumer o su novia, Sandra Lee, también repasó los méritos que le llevaron a ser reelegido.


El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, este jueves durante su discurso de asunción

"Cuando llegamos, Nueva York era un sitio muy, muy diferente", aseguró, y repasó la creación de empleo, la aprobación de matrimonio homosexual, la política de control de armas, el control de la epidemia del sida o la gestión de la tormenta Sandy y la crisis del ébola.

"En estos años hemos hecho énfasis en el sentido de 'nosotros'", dijo "en un gobierno en el que republicanos y demócratas ponen a Nueva York primero y a partidos políticos después. En el que se sirve al público y no a los intereses políticos".

Cuomo se comprometió en "restaurar la confianza en lo que es Estados Unidos" y recordó que "cuando las cosas van mal, los neoyorquinos dan lo mejor de sí".

"Mirad donde estamos. En el edificio más alto de Occidente, levantado sobre el lugar que más sufrió los ataques del 11-S. Esto es Nueva York. El lugar donde si nos derrumban, nos levantamos dos veces más altos", concluyó.

Tras esta ceremonia, Cuomo se trasladará a Buffalo, la ciudad más afectada por la reciente tormenta de nieve, para ofrecer un segundo discurso de investidura.