Visiones y propuestas del peronismo para gobernar la Capital Federal (1946-1949)

Leemos a Romina Bermnan en su ponenncia Visiones y propuestas del peronismo para gobernar la Capital Federal (1946-1949):


En sus primeros tres años de gobierno el peronismo no introdujo reformas legales que impactaran en el sistema de gobierno de la Capital Federal. No obstante, la ausencia prolongada del Concejo Deliberante y la inexistencia de una proto-legislatura compuesta por vecinos como reemplazo de aquel, marcaron una diferencia sustancial respecto de las décadas anteriores. El funcionamiento previo del órgano legislativo comunal había impreso una lógica de cooperación entre Estado y sociedad civil, como así también entre fuerzas partidarias rivales al interior de las estructuras estatales locales.

Pero aparentemente el peronismo apostó a una dinámica distinta en la cual la inactividad del Concejo cumplió un doble objetivo: por un lado, evitar que fuerzas opositoras reconstruyeran capital político acumulado pretéritamente; por otro lado, impedir la creación de figuras locales con cierto margen de autonomía. En 1949 la reforma de la Constitución Nacional fue el vehículo para aseverar esta posición, aboliendo el campo para cualquier intento futuro de reponer el Concejo.

Es interesante detenerse en lo ocurrido en otros municipios, pues permite reparar en que lo acaecido en la Ciudad de Buenos Aires no fue algo atípico. Detenerse en todo el mapa del país con sus innumerables localidades implica un trabajo arduo y minucioso que excede el interés de la presente ponencia. No pretendemos sostener nuestras hipótesis de trabajo con un extenso abordaje comparativo, pero mencionaremos algunos casos en pos de contextualizar nuestro objeto. En este sentido, vale mencionar que algunas capitales de provincia, como La Plata en la Provincia de Buenos Aires o la Ciudad de Santa Fe en el estado provincial homónimo, tuvieron también su Concejo Deliberante inactivo en estos años.
Además se han observado en la cámara de Diputados denuncias por la obstaculización de la política local en varios municipios. De esta forma, y siguiendo el planteo de Macor, puede sostenerse que la Ciudad de Buenos Aires entró en una estrategia mayor en la que la meta fue la centralización y homogeneización del poder. Lo que agregamos desde estas páginas es que esto no se dio únicamente a partir de vetarle a las viejas fuerzas el acceso a recursos políticos cosechados antiguamente, sino que además significó la obstrucción para los propios correligionarios.

Lo hasta aquí expuesto permite entrever la actitud de un gobierno que limitó el funcionamiento del Concejo Deliberante capitalino. Si bien como se mencionó esta situación se vio consolidada tras la reforma constitucional, hasta ese momento el texto en vigencia tampoco planteaba la obligatoriedad de una rama deliberativa para el distrito federal.

Por consiguiente, las disposiciones constitucionales no fueron violadas en ningún momento. En las discusiones de época algunos partidos opositores, básicamente la Unión Cívica Radical y el Partido Socialista (agrupaciones que habían dominado el Concejo desde 1917), tachaban de autoritario y antidemocrático el accionar del gobierno nacional. No nos interesa desde aquí evaluar si el peronismo fue más o menos democrático según un deber ser establecido a priori (ni por los contemporáneos, ni por las reconstrucciones posteriores).

Por el contrario, nos interesa comprender qué entendía dicho régimen por democracia y por participación política. A partir de lo trabajado hasta aquí podemos afirmar que el diseño institucional propuesto no consideraba central la celebración de elecciones municipales. De aquí se desprende que la democracia entonces no dependía de la participación de los ciudadanos en múltiples y variadas instancias electorales, sino que más bien se basaba en un tipo más plebiscitario. Por otra parte, la idea del parlamento como órgano de libre deliberación tampoco aparece. En contraposición, se observa que los cuerpos legislativos emergen como lugares de confirmación, o directamente se encuentran eliminados del espacio político-institucional.

Queda planteado para futuras investigaciones el interrogante acerca de qué canales alternativos de participación propuso el peronismo a los ciudadanos de la Capital Federal, pues proponemos corrernos de la antítesis democracia social privación de libertades políticas al sostener que el peronismo orientó su accionar a partir de un nuevo modo de concebir la política.