Se larga el calendario electoral 2015

Sin esperar el nuevo año, Mendoza dará la señal de largada del extensísimo calendario electoral de 2015. Será en dos municipios: el de la capital, gobernado por la UCR, y San Carlos, en manos de un aliado del massismo. Los partidos deberán cumplir los primeros requisitos: vence el plazo para inscribir alianzas por la renovación del intendente y concejales. Las primarias serán en ambos casos el 22 de febrero y el 5 de mayo las generales.

Más allá del impacto que buscará dar la oposición mendocina en un distrito gobernado por el kirchnerismo, aparece como una inauguración módica. Sin embargo, tendrá el valor simbólico de abrir las compuertas a un cronograma electoral en las provincias que, en un efecto cascada, se anticipará al de los comicios nacionales. Otra tanda, en cambio, se sumará al calendario de las presidenciales, que tiene como escala clave las PASO del 9 de agosto antes de la votación del 25 de octubre y la eventual segunda vuelta programada para el 22 de noviembre.

Hay otro mensaje político en la apertura madrugadora del proceso electoral: el de pronosticar un verano caliente. La disputa por los gobiernos de Salta, Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires requerirá de sus primeras definiciones en febrero. Y en marzo se les sumará Chaco. Son los lugares en los que hasta ahora se decidió separar los comicios locales de los presidenciales, aunque podrían sumarse más adelante Córdoba, Neuquén, Tierra del Fuego, San Luis y Río Negro, además de Corrientes, donde sólo se renuevan legisladores locales.

Hay un dato revelador que surge de esta enumeración: las provincias gobernadas por el kirchnerismo adhirieron en masa a la recomendación de la Rosada de unificar las elecciones locales con las presidenciales. Las razones se dividen entre la necesidad de arrastrar votos para las listas nacionales y la de buscar cobijo frente a la amenaza de perder el gobierno. En el último caso es sintomático que Catamarca, en manos de Lucía Corpacci, se haya apartado de la tradición de abrir el calendario electoral en marzo.

La excepción es la del salteño Juan Manuel Urtubey. Llamó a votar el 17 de mayo (PASO el 12 de abril) y dará el puntapié inicial entre las provincias. No es un gesto inocente: pretende que un tercer triunfo consecutivo lo habilite a integrar la fórmula presidencial K, que tiene un mes más de plazo para ser oficializada.

En Santa Fe, obligada por ley a desdoblar, el socialista Antonio Bonfatti –sin reelección– se acopló a la estrategia de Hermes Binner de anticipar lo más posible el comicio (19 de abril las primarias y 14 de junio las generales) para dificultar el armado de sus rivales internos (la UCR más socialistas rebeldes) y, sobre todo, los externos, encabezado por el macrista Miguel del Sel.

Mauricio Macri anunció que en Capital se votará el 5 de julio, con primarias el 26 de abril, y ya instaló como su favorito para sucederlo a Horacio Rodríguez Larreta, sin esperar una definición de Gabriela Michetti. Un efecto que buscó al ubicarlas después de Santa Fe es que la oposición llegue entonada a las PASO nacionales. Y se acoplaría José de la Sota si, como se especula, fija la elección de Córdoba en una fecha cercana.

En la capital mendocina, la UCR irá sola. Un triunfo holgado le dará aire a Julio Cobos para condicionar la alianza con el PRO que pretende otro sector de su partido.