Espinoza reunido con Carlos "Ruso" Gdansky, su posible sucesor: “Nunca llegamos a poner un gobernador. Y está mal que lo diga yo, pero este debe ser el foco en La Matanza”, advirtió.
El hombre tiene la llave para destrabar cualquier elección en la provincia, y la quiere para él. Fernando Espinoza, de él se trata, gobierna el distrito de mayor peso electoral, la madre de todas las batallas, y quiere todo el premio. Abocado durante el último año a dotar de algo de unidad y dinamismo a un PJ partido por la creación del Frente Renovador, siente que ya es tiempo de jugar.
Así se lo hizo saber a la CGT matancera, durante una reunión de fin de año celebrada ayer. Después del abrazo con Carlos Gdansky –diputado nacional, titular de la UOM local y posiblec candidato en territorio-, y de agradecer el apoyo, trazó la meta para 2015: “La Matanza tiene que poner al próximo gobernador”, dijo, y advirtió: “Yo voy a entregar todo para dar esta pelea y que por primera vez en la historia, La Matanza tenga un Gobernador”.
“Acá tenemos que estar todos y llevar esta iniciativa a todos lados. Después de las elecciones del año que viene, el movimiento obrero no se puede dividir más. No hay que representar a los intereses personales, sino a los intereses de los trabajadores”, continuó, para envalentonar a su tropa, a la que le recordó las promesas cumplidas con cargos en el la Legislatura, en el Congreso, en el HCD y en el PJ.
Con el escenario montado, subió la apuesta al segurar que es “el momento de poner a La Matanza en el lugar que se merece. Nunca llegamos a poner un gobernador. Y está mal que lo diga yo, pero este debe ser el foco en La Matanza. Para eso hay que salir a hablar de este tema. De acá a junio se define el destino del lugar que vamos a ocupar”.
Sólo en el final, Espinoza supeditó sus aspiraciones a la decisión de la conducción. Y allí ponderó a Cristina Fernández de Kirchner, a quien dio un voto de confianza y para quien pidió la conducción del PJ luego de 2015, “sea quien fuera nuestro presidente y nuestro gobernador”.
