EE.UU-Cuba: negocios, detrás de una decisión que mira al futuro



Pese al bloqueo, Estados Unidos ya es hoy el quinto país que más productos vende a Cuba. Arroz, trigo, maíz y soja, todo pagado en efectivo, son las principales exportaciones a la isla bajo convenios especiales. Según los datos de la propia CIA, de EE.UU. es el 4,3% de los productos importados que entran a Cuba, por detrás de lo comprado a Venezuela (38% de las importaciones); a China (11%); a España (9%);y a Brasil (5%).




A esos convenios que permiten la exportación de productos agrícolas, Obama les sumó ahora la posibilidad de vender equipamiento de telecomunicaciones destinado a mejorar la infraestructura de Internet en la isla. Pero por el momento, y aunque todos confían en que el de ayer fue sólo un primer paso en el desmonte del bloqueo, sigue vigente la prohibición general de vender productos estadounidenses en Cuba (y viceversa).

Antes del triunfo de la revolución en 1959, turismo era la palabra en que los estadounidenses pensaban casi automáticamente cuando escuchaban Cuba. De levantarse el bloqueo, las estimaciones más serias cifran en 5 millones el número de turistas que visitarían la isla desde Estados Unidos. Medido su efecto en dólares, el cálculo es de aproximadamente 8 mil millones al año.

En ese rubro, los españoles le llevan dos décadas de ventaja a los estadounidenses. Tras la caída del bloque soviético, Cuba buscó inversores y socios comerciales en una madre patria que en los más de cincuenta años de revolución nunca interrumpió las relaciones.

Con 27 hoteles, la cadena Meliá fue la que más fuerte apostó. En 1999 estuvo entre las amenazadas con sanciones por la ley Helms-Burton que ampliaba a empresas no estadounidenses la prohibición de tratar con Cuba.

El conflicto se resolvió en dos años, cuando la Comisión Europea se puso firme y dijo que no aceptaba intromisiones de Estados Unidos en los asuntos de sus empresas. Todo un lenguaje que, si éste es el primer paso que todo el mundo espera, muy pronto sonará tan antiguo como la vieja Guerra Fría.