Elecciones en EE.UU.



El 4 de noviembre, primer martes después del primer lunes de noviembre (como estipula la ley), se efectuarán en los Estados Unidos las elecciones nacionales de medio término. Se elegirán 435 representantes – diputados – porque su Cámara se renueva totalmente cada dos años y 36 senadores.

El Senado, que se renueva por tercios cada dos años, debe elegir 33 miembros pero se agregan tres más porque Hawaii, Oklahoma y Carolina del Sur eligen los reemplazantes es para bancas que quedaron vacantes recientemente“.

El Observatorio Político John Fitzgerald Kennedy sería un punto de vista alternativo, una institución local que procura fomentar el entendimiento mutuo de la política de los Estados Unidos y la Argentina. Y anticipaba, ya el 31 de agosto:

“Existe un consenso casi unánime de que el 2014 será un año Republicano. El debate político lo refleja al concentrarse en las potenciales magnitudes del triunfo opositor, sea en la casi segura expansión de su mayoría en la Cámara de Representantes o en su más incierta conquista de una mayoría en el Senado.

… Es una elección de medio término. Una de las tendencias más fiables establece que los regímenes presidenciales exhiben una altísima probabilidad de que el partido gobernante pierda legisladores en este tipo de elecciones; más frecuente aún cuando el presidente se encuentra en su segundo mandato, como es el caso de Obama … Desafortunadamente para el partido en la Casa Blanca, la historia electoral de los Estados Unidos favorece un escenario en el que electores oscilantes desencantados y una base partidaria con poca motivación hagan de Noviembre un referéndum sobre su performance en el que la derrota sea lo más probable.

El partido Demócrata tampoco puede encontrar mucho alivio en la geografía política de esta elección. Su catastrófica elección de 2010 tuvo como consecuencia una oleada Republicana en las legislaturas estatales, las cuales son responsables por definir los distritos uninominales de la Cámara de Representantes. Al ocurrir esta elección inmediatamente luego del censo nacional (que da pie a la redefinición de los límites distritales cada diez años) el partido Republicano ha podido llevar adelante un proceso de modificación de los límites en una clara y a veces grosera búsqueda de inclinar las balanzas electorales a su favor. Como consecuencia, buena parte del voto Demócrata se tornará irrelevante, tanto por concentrarse en distritos donde es la clara mayoría o dispersarse en otros donde es la clara minoría, un fenómeno conocido como gerrymandering.

En el Senado el factor geográfico tampoco lo favorece. De los treinta y tres escaños en juego, la mayoría se encuentran en regiones fuertemente Republicanas, tales como el Sur o los Estados de las Montañas. Y muchos de los senadores Demócratas que deben defender su banca este año fueron electos por primera vez en 2008, en un contexto muy favorable a su partido. Que todos o una mayoría de ellos puedan retener su banca es improbable.

Tal vez el único factor fundamental a favor del oficialismo es el desempeño económico. Aunque el panorama dista bastante de los plácidos años de Clinton o Bush, buena parte de los analistas coinciden en que la recuperación económica ha avanzado y que lo peor de la crisis se encuentra en el pasado. Esto no significa que el electorado asigne el progreso al partido gobernante, pero sin duda le provee cierto grado de blindaje.

… En cuanto a las encuestas, esto es lo que predicen para el Senado:



Y para la Cámara de Representantes:



Eddie, en una comunicación privada, pone un toque de realismo a este panorama (sobre el que estoy seguro los medios locales harán mucho ruido, especialmente después de sus desilusiones en el Cono Sur)

“Teniendo en cuenta que ese posting tiene ya dos meses de antigüedad, te diré que – a grandes rasgos – ese era el panorama entonces (el actual mapa de encuestas en su blog tiene mínimas diferencias). Los Demócratas están trabajando duro en todo el país para no perder más de tres escaños en el Senado (quedarían 50-50 con Joe Biden desempatando).

De todos modos nada cambiaría mucho de una manera u otra: como el Senado rechaza todo lo que aprueban los representantes y viceversa, prácticamente el Congreso está paralizado y Obama gobierna con “órdenes ejecutivas” (y lo seguirá haciendo). El Senado ya hace un año que no puede nombrar embajadores y – especialmente en América Latina – hay un montón de embajadas sin cubrir“.

Eso sí, aunque mi amigo mantiene lealmente su compromiso con el Presidente (“es lo que hay”), ese realismo le ha hecho reconocer en su blog:

“Como según las encuestas … Obama goza en este momento de una impecable impopularidad, casi ningún candidato demócrata está ansioso por recibir ayuda de la Casa Blanca. Es común que el Presidente salga a hacer campaña por los candidatos de su partido en las elecciones intermedias, pero esta vez pocos están con ganas de recibir ese auxilio. Me hace recordar ese viejo chiste respecto al conscripto Gorosito y su sargento. Aquí sucede algo similar: es como si los candidatos dijeran, “Los que nos quieran ayudar que den un paso al frente; Obama… vos quedate piola”.