De frentes, candidatos y números


La situación es fluida y las preguntas, enormes. El kirchnerismo puede ir a las PASO y encolumnarse detrás del ganador o hacer una lista de unidad. En la oposición, la polarización hace difícil un frente electoral.

Por Raúl Kollmann

Falta exactamente un año y unos pocos días para la primera vuelta de la elección presidencial de 2015: será el 25 de octubre del próximo año. Pero faltando doce meses, las incógnitas a despejar son enormes. En el oficialismo, no está claro si la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se abstendrá de intervenir en la disputa por las candidaturas presidenciales y se limitará a convocar a los postulantes –Daniel Scioli, Florencio Randazzo, Sergio Urribarri, Agustín Rossi, Julián Domínguez, Jorge Taiana– a que participen de las PASO del Frente para la Victoria (FpV).
Esa hipótesis apunta a que la Presidenta dirá que el que gane en las PASO debe ser apoyado por todos los demás y punto. La segunda alternativa es que a principios de 2015, la mandataria convoque a los candidatos y les proponga el armado de una lista de unidad, señalando ella un candidato a presidente, a vice, a gobernador bonaerense y del resto de la provincias y las cabezas de las listas de diputados y senadores. Por el lado de la oposición, parece claro que Sergio Massa y Mauricio Macri serán candidatos presidenciales, pero menos claro es si harán algún acuerdo con FA-Unen. Incluso falta ver si FA-Unen se mantiene como una alternativa propia, poderosa, potenciada por las PASO o si terminará dividido. Por último, habrá que ver qué sucede con la izquierda: si va unida o dividida y cuáles son sus perspectivas, siempre difíciles en una elección polarizada y presidencial.

Dialogamos  con nueve consultores y encuestadores, de distintas tendencias y miradas políticas. Todos ellos participan del armado de las campañas, tanto del oficialismo como de la oposición. Sus opiniones, y sobre todo sus divergencias reflejan mucho los debates que se plantean y plantearán en torno de las estrategias de las principales fuerzas políticas de cara al 2015.

Para Manuel Mora y Araujo, de Mora y Araujo Comunicación, es difícil el pronóstico respecto del oficialismo: “Mi suposición es que la Presidenta no está muy segura de lo que hará, todavía. Si ella está dispuesta a dejar que gane el que pueda reunir más votos, dejará que todos vayan a las PASO y compitan allí. Si a ella no le gustase dejar que gane el que reúna más votos, sino el que ella vea más afín, entonces tratará de incidir en las PASO. Esto último le convendría menos al oficialismo, siempre que lo que termine buscando sea reunir tantos votos como sea posible. Si prefiere votos más homogéneos –aunque el caudal total sea menor, pero asegurándose al oficialismo algo así como ‘un voto de hierro’–, entonces podría tomar otra decisión, es decir inclinarse por un candidato”.

Para Roberto Bacman, del Centro de Estudios de Opinión Pública, el camino del FpV hacia las PASO parece claro. “Desde el año 2011 que se realizaron por primera vez, el FpV siempre presentó lista única. Sin lugar a dudas el peso del apellido Kirchner influyó notablemente, tanto en 2011 (cuando Cristina logró la reelección con el 54 por ciento de los votos), como en 2013 cuando se realizaron los comicios nacionales de renovación parlamentaria. Sin embargo, frente a las elecciones presidenciales que se avecinan todo parece indicar que el oficialismo optará por elegir sus candidatos nacionales concurriendo con varias listas a las PASO. Hoy por hoy parecería ser que es lo que más le conviene. Una interna tendrá la capacidad de fortalecer aún más a los candidatos que representen al espacio oficialista. Hasta el momento, las encuestas dejan al descubierto que dentro del FpV los dirigentes que mayor intención de voto concentran son Daniel Scioli y Florencio Randazzo (en ese orden). Sin embargo, hay otros como Agustín Rossi, Sergio Urribarri y Julián Domínguez, que pueden sumar voluntades.”

Eduardo Fidanza, de Poliarquía, tiene una opinión que pone el acento en lo institucional. “No sé, francamente, qué se propone hacer CFK para determinar quién será el candidato a presidente del FpV. Creo que lo deseable, no sé si lo más conveniente, es que se empleen las PASO para dirimir la cuestión. Después de todo, las internas abiertas constituyen la reforma electoral más relevante del período kirchnerista.”

Una mirada que parece casi opuesta parte de Artemio López, de Equis. “Desconozco cuál será el mecanismo de selección. Sí es evidente que toda la suerte del FpV reside en plantar un candidato kirchnerista puro, capaz de representar cabalmente el piso electoral del 33 por ciento de los votos nacionales que acompaña al kirchnerismo de manera inelástica, firme, sea cual sea la coyuntura socioeconómica, como se mostró en 2009 y 2013 en coyunturas socioeconómicas muy estrictas. Hoy se observa un escenario nacional bastante consolidado en torno del FpV que es la fuerza que organiza el sistema de preferencias como primera minoría y una disputa por la segunda posición entre el Frente Renovador (FR) y el PRO.”

También Ricardo Rouvier, de Rouvier y Asociados, interviene en esta polémica: “Es inevitable, en cualquier escenario, que la Presidenta tenga preferencias por tal o cual candidato; el problema es cómo se maneja tácticamente esa inclinación. CFK tiene la opción de imponer su voluntad sobre las PASO, lo que segmentaría el consenso de los electores; o dejar que la competencia fortalezca al ganador por la competencia misma. Ninguna de las dos opciones pone en cuestión la conducción de CFK. Mi opinión es que la opción de todos los K a las PASO en condiciones iguales sería la más aconsejable, considerando la relación que hoy tiene el kirchnerismo con la masa electoral. Constituiría una expresión de que se avanza hacia una nueva etapa, no a una demolición de la actual, sino a una continuidad en evolución de la vigente”.

Hugo Haime, titular de Haime y Asociados, tiene una mirada diferente. “Desde mi punto de vista hay tres cosas que le interesan a la Presidenta. La primera, continuar siendo referente política del FpV. La segunda, garantizar que su liderazgo tenga voceros. La tercera: tener una fuerza propia en el Congreso. Siempre los líderes sueñan con que se les reconozca su obra y dejar abierta la posibilidad de volver. Por eso creo que CFK hará lo que crea más conveniente para consolidar sus candidatos a legisladores, incluso pensando que el FpV fuera del poder pueda condicionar desde el Congreso al próximo gobierno. Si apoyará o no a un candidato dependerá de las condiciones económicas de 2015. Si prevé una situación buena, respaldará a quien le garantice que la economía no entrará en crisis. Si duda de las posibilidades de triunfo, no creo que apoye a nadie. Puede, no obstante, sin apoyar explícitamente a nadie, rodear a Scioli para garantizarse la fuerza legislativa de la que hablamos.”

Enrique Zuleta Puceiro, de Opinión Pública Servicios y Mercados (OPSM), hace un análisis más estructural: “El gobierno nacional protagoniza una verdadera transición de régimen. Hasta ahora, lo hace con agenda propia y capacidad de imponerla a propios y ajenos. Sin embargo, es muy claro que el país marcha hacia otro modelo de gobernar y hacer política, con la moderación en el centro de la escena. Una primera hipótesis sería la de encontrar una alternativa propia en la provincia de Buenos Aires –no sería descabellado pensar en la propia Presidenta encabezando la lista de diputados nacionales–. Sobre esta base, la candidatura de Daniel Scioli se consolidará al frente de la primera vuelta presidencial. Esta hipótesis aglutinará a todos los fragmentos del kirchnerismo y afectará severamente las bases municipales del voto a Massa. El frente económico es menos dramático de lo que se suele suponer, aunque existen otras hipótesis, más catastróficas, pero menos probables. En ese terreno creo en un mensaje de moderación y los sectores más ideológicos del Gobierno sólo esperan la voz de orden para avanzar en el sentido que impone la realidad. La adaptación será inmediata y las contradicciones y cambios de marcha no suelen ser imputaciones que afecten al peronismo en el poder. Al contrario, lo fortalecen”.

Para Analía del Franco, de Analogías “que el oficialismo pueda proponer opciones de candidatos para presentar en las PASO muestra un partido activo, que no es poca cosa después de 11 años de gestión. Hace como mínimo seis meses que van surgiendo candidaturas presidenciales que en el marco de la continuidad de las actuales políticas públicas van marcando, sin embargo, diferencias personales, de gestión, de conducción de cambios. Esto definitivamente fortalece al espacio oficialista. También es positivo que la Presidenta se mantenga equidistante a todos, por ahora. Pero el comienzo del 2015, marcará otros tiempos políticos, y si bien el electorado tiene la palabra, la Presidenta no puede no tener su propia estrategia frente a su sucesión. Creo que va a intervenir”.

“A un año de las elecciones generales del 2015 la Presidenta mantiene una potencia política y simbólica que muchos analistas no previeron –sostiene Ignacio Ramírez, de Ibarómetro–. En este sentido, su figura no transita la pendiente descendiente que suelen recorrer los presidentes en los últimos metros de sus gobiernos. Por el momento, al kirchnerismo le sirve mantener la vitalidad política y la audacia que lo siguen recortando como el actor más activo de la escena política argentina. En cualquier caso, hoy existe cierto consenso en relación al principal activo del oficialismo: haber fidelizado un alto piso de adhesiones, provistas de aspectos emocionales e ideológicos que convierten a dicho respaldo en una identificación difícil de disolver.”