Vínculos débiles, variables blandas y construcción de influencia política en las redes sociales

Por Rubén Weinsteiner para Newsweek


En la Web social las conexiones entre personas jóvenes , ya sea de forma más o horizontal y simétrica, o más vertical y asimétrica, se dan no tanto, por los vínculos definidos por su calidad y especificidad , sino por las ideas y emociones.

Nos conectamos por las cosas que nos preocupan, que nos impactan, que nos duelen, que nos emocionan, que nos apasionan.

Las conexiones en la Web 3.0 se dan más por variables blandas que por variables duras. La organicidad de esas conexiones- comunicaciones, se da más por lo que sienten los sujetos jóvenes, lo que piensan, que creencias y valores tienen, que por quienes son, donde están, qué edad tienen y como viven y cuantos años estudiaron.

Los motores transaccionales en la Web social, tienen que ver con esas cosas que nos interesan y que nos impactan. Y nos impactan muchas cosas, por eso nos vamos relacionando con personas muy diferentes a nosotros, y a su vez esas personas encuentran puntos de contacto con personas muy diferentes a ellas y a nosotros, que a su vez pueden hacer contacto con nosotros, a través de otros marcos temáticos y emocionales de convergencia.


Esta dinámica es una de las grandes disruptividades de la Web social, y todavía los líderes, los decisores, los generadores de contenidos, no asumen ni reconocen esa dimensión.

Hay mucho enfoque en la cantidad de seguidores en Twitter o en Facebook, en la menciones en los buscadores de un blog o de un sitio, o en la autoridad que construyen emisores en sus espacios, al ser levantados por una gran cantidad de amplificadores.


La mirada no apunta en la mayoría de las estrategias 3.0, en ver cuánto y cómo nos conectamos con la gente a través de los que realmente les importa.


No es lo mismo popularidad que influencia. Si bien es importante ser popular y tener visibilidad para lograr influencia, se puede ser muy popular y tener cero influencia.

¿Cómo se construye la influencia?:


1) Alcance, potencia de emisión. Hasta donde y a quienes llegamos

a) Popularidad, visibilidad


b) Proximidad territorial y conceptual


c) Seguidores, militantes, votantes

2) Relevancia

a) Autoridad


b) Confianza

c) Afinidad

3) Resonancia, Ruido

a) Frecuencia


b) Período


c) Amplitud

Estos tres componentes construyen la influencia que deberá estar direccionada en la acción desplegada en el territorio, hacia segmentos específicos.

La segmentación por variables blandas, nos permite conectar con la especificidad y organicidad de cada segmento, e interpelar en forma directa a las personas, unidas por creencias, valores, ideas, pasiones y actividades. Mas por lo hacen, que por lo que son.

Esto cambia el juego, el abordaje quirúrgico y micro segmentado, y les permite a las empresas, a los líderes políticos y a las organizaciones en general, mapear y microsegmentar por marcos temáticos de pertenencia y pertinencia en los sectores jóvenes, para establecer comunicaciones más intensas con personas muy heterogéneas, vinculadas entre sí por variables blandas y nuevas para el análisis.

Rubén Weinsteiner