Clínicas y sanatorios advierten con no poder pagar sueldos

Los prestadores del sector salud, como clínicas y sanatorios, advirtieron hoy que afrontan
complicaciones para pagar salarios, porque los aumentos acordados
en paritarias en los últimos años superan en un 30 por ciento
promedio a los ajustes de las cuotas autorizados por el gobierno.
Las entidades, en estado de alerta, se reunirán en los próximos
días para reclamar un encuentro con el gobierno.
Los salarios representan entre 60 y 70% de la estructura de
costos de los centros de salud.
Otros factores que presionan sobre el sistema son el
envejecimiento poblacional y la incorporación de nuevas
tecnologías y prestaciones.
El sistema de salud, afirman, sufre un "serio y creciente
desfinanciamiento", porque la inflación sostenida de los últimos
años dispara el conflicto entre trabajadores, entidades y
afiliados, y afecta por igual a obras sociales y empresas de
medicina prepaga.
Una solicitada firmada por ACAMI, ADECRA, ADEMP, CEDIM, CEMPRA,
CIMARA, FEM y FEMECA había advertido que "los incrementos en los
costos de los componentes de la atención médica superan bajo las
circunstancias actuales cualquier posibilidad de enfrentarlos".
Los voceros del sector sostienen que en estos últimos meses la
situación se agravó.
"El problema se genera cuando se firma la paritaria con el
gremio. Nosotros tenemos que pagar el aumento de inmediato, pero
las gestiones para que se autoricen los aumentos demoran por lo
menos dos o tres meses. Este descalce temporal es sólo una parte
del problema, porque los aumentos suelen ser parciales, muy por
debajo de los compromisos que asumimos frente al gremio",
indicaron desde el sector.
El reclamo no es nuevo, pero parece cobrar mayor ímpetu esta
vez, por lo cual irían al paro, limitándose a atender casos de
urgencia.
"Como la misma situación se viene repitiendo hace cuatro o
cinco años, el déficit se acumula. Nos vemos obligados a absorber
aumentos y ya no tenemos con qué. Está claro que resulta más fácil
frenar a una entidad patronal que a un sindicato, porque las
capacidades de presión son muy distintas", alertaron desde esas
entidades.