Ucrania se asoció con la Unión Europea

El presidente ucraniano Poroshenko destacó que el acuerdo ofrece la posibilidad de contribuir a la modernización de su país. Sin embargo, Rusia consideró que el acuerdo tendrá “serias consecuencias” para la economía ucraniana.


La Unión Europea (UE) y Ucrania firmaron ayer el Acuerdo de Asociación cuyo rechazo en noviembre abrió la puerta a la actual crisis política en la ex república soviética. En la misma reunión, celebrada al margen de la cumbre que reunió en Bruselas a los líderes de la UE, también Georgia y Moldavia firmaron acuerdos de asociación con los Veintiocho. “Hoy es un día histórico, quizás el más importante para mi país después de la declaración de independencia”, dijo el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, quien destacó que el acuerdo ofrece “una perspectiva completamente nueva” para su país y la posibilidad de contribuir a su modernización. Sin embargo, Rusia consideró que el acuerdo tendrá “serias consecuencias” para la economía ucraniana y para las relaciones comerciales entre Kiev y Moscú.
El presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, expresó durante el acto que la firma de los acuerdos representa “un hito” y subrayó que la cooperación que implicará “sólo puede estar basada en valores comunes” y en el respeto del Estado de Derecho. Asimismo aseguró que la UE seguirá apoyando a los tres países a lo largo del proceso que han iniciado. La UE intentó firmar el Acuerdo de Asociación con Ucrania en noviembre en Vilna, pero el gobierno del entonces presidente Viktor Yanukovich postergó en el último momento la firma en beneficio de acuerdos previos con Rusia. La negativa de Yanukovich motivó su caída y una oleada de manifestaciones proeuropeas y revueltas que desembocaron en la actual crisis que vive el país.
En tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, recordó que los esfuerzos “artificiales” desde el exterior para hacer elegir a Ucrania entre Europa y Rusia llevaron a la división de la sociedad ucraniana. “El golpe de Estado anticonstitucional en Kiev y los esfuerzos para llevar al pueblo ucraniano a hacer una elección artificial entre Europa y Rusia llevaron a la sociedad a dividirse y a un doloroso enfrentamiento interno”, señaló Putin. Asimismo, el vicecanciller ruso, Grigori Karasin, advirtió que “es importante que las partes entiendan (...) las consecuencias en las relaciones con otros socios, entre ellos Rusia, con la que tanto Moldavia como Ucrania tienen un acuerdo de libre comercio”.
Por su parte, el jefe del comité parlamentario para Asuntos Internacionales de Rusia, Alexei Pushkov, señaló que Ucrania perderá hasta 40 mil millones de dólares en un año tras abrir sus fronteras a los mercados de la Unión Europea. “Ucrania no podrá vender sus productos al mercado ruso en las mismas condiciones que antes, ya que cada zona de libre comercio tiene sus exigencias y postulados, y debido a esto Rusia tendrá que revisar las condiciones en las que comerciamos con Ucrania”, dijo el diputado del partido oficialista Rusia Unida.
Para Rusia, la zona de libre comercio entre Kiev y Bruselas –que permitirá que más del 90 por ciento de los productos europeos entren al mercado de la antigua república soviética sin pagar aranceles– es incompatible con la apertura de las fronteras de la Unión Aduanera para las mercancías procedentes de Ucrania. Por lo tanto, Moscú plantea introducir aranceles para los productos ucranianos, a fin de proteger su propio mercado de mercancía barata procedente de la UE, cuya entrada en Rusia podría perjudicar a los productores rusos, menos competitivos que los europeos.
Paralelamente, la gasífera rusa Gazprom estudia sancionar a las compañías europeas que inviertan el flujo de gas ruso para abastecer a Ucrania, anunció ayer el director de la compañía, Alexei Miller. La decisión rusa de cortar el flujo de gas hacia Ucrania se debe a la reiterada negativa de Kiev a pagar la deuda acumulada por los suministros de este combustible, que supera los 4500 millones de dólares. Ucrania está en negociaciones con compañías eslovacas, polacas y húngaras sobre las condiciones en las que podrían recibir de éstas gas ruso. El comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, reconoció el jueves que Kiev trabaja en la activación del llamado “flujo inverso”, que permite la circulación de gas por los gasoductos en ambas direcciones.
Según los cálculos de la CE, la aplicación del acuerdo supondrá un incremento de 1200 millones de euros de los ingresos de Ucrania, cuyas exportaciones a la UE aumentarán en mil millones al año. Sin embargo, también ingresarán productos más competitivos y que podrían perjudicar a los ucranianos. En el área de agricultura, la única en la que Kiev puede competir con precios bajos y una producción masiva, la UE estableció cuotas restrictivas por tratarse de un sector sensible para algunos miembros del bloque, como Francia.
Por otro lado, en ninguna parte del texto del acuerdo se expresa que sea un primer paso para incluir a Ucrania como miembro del bloque, como sugirieron en los últimos meses algunos líderes en Kiev. En cambio, el texto sólo adelanta que “a Ucrania se le permitirá participar de las agencias de la UE que sean relevantes para la implementación del acuerdo”.