Leemos en Ramble
Fuente: Elaboración propia a partir de EAH 2004/12. DGEyC. Ministerio de Hacienda, GCBA. |
El alquiler se ha convertido paulatinamente en una estrategia cada
vez más importante para acceder a la vivienda en la Ciudad de Buenos
Aires. Si revisamos algunos datos podremos constatar cómo cada vez más
porteños acuden al mismo para resolver dónde vivir. Es así que en un
período de ocho años la distribución de hogares según el régimen de
tenencia muestra un aumento tendencial de inquilinos en relación a los
propietarios.
Como se aprecia en el gráfico, entre los años 2004 y 2012, los hogares con propiedad tanto de su vivienda como de su terreno descendieron del 62,7% al 57,5%. Mientras tanto, los hogares que alquilan su vivienda pasaron del 27,6% al 31%. Asimismo, si revisamos cómo ha evolucionado este indicador delimitando diferentes períodos de corte veremos que la tendencia es leve pero constante.
Como se aprecia en el gráfico, entre los años 2004 y 2012, los hogares con propiedad tanto de su vivienda como de su terreno descendieron del 62,7% al 57,5%. Mientras tanto, los hogares que alquilan su vivienda pasaron del 27,6% al 31%. Asimismo, si revisamos cómo ha evolucionado este indicador delimitando diferentes períodos de corte veremos que la tendencia es leve pero constante.
Fuente: Elaboración propia a partir de EAH 2004; 2006; 2008; 2010; 2012. DGEyC. Ministerio de Hacienda, GCBA.
A su vez, si consideramos la distribución porcentual de los hogares
por régimen de tenencia en términos socio-espaciales, podremos encontrar
algunas peculiaridades. En la evolución de este fenómeno detallado por
comuna, se puede constatar que entre los dos períodos de corte (2006 y
2012), la expansión en los niveles de alquiler se desarrolla desde las
comunas del centro de la ciudad hacia aquellas que se encuentran al
norte (Comuna 14 y Comuna 13) y hacia el oeste (Comunas 6 y 7).
Entre los diversos factores que pueden explicar este fenómeno de “inquilinización” de la Ciudad, sin dudas uno de los más determinantes es el marcado aumento de los precios de los inmuebles de la Ciudad, que dificultan la posibilidad de acceder al estatus de propietario de un inmueble. El siguiente gráfico refleja dicho aumento y cómo a partir de las restricciones a la compra de dólares desde 2011 los valores se han estabilizado, pero no disminuido.
Entre los diversos factores que pueden explicar este fenómeno de “inquilinización” de la Ciudad, sin dudas uno de los más determinantes es el marcado aumento de los precios de los inmuebles de la Ciudad, que dificultan la posibilidad de acceder al estatus de propietario de un inmueble. El siguiente gráfico refleja dicho aumento y cómo a partir de las restricciones a la compra de dólares desde 2011 los valores se han estabilizado, pero no disminuido.
Departamentos usados de 2 y 3 ambientes. CABA
Este aumento no se debe a un incremento de la cantidad de habitantes
de la Ciudad que no ha podido ser absorbida por viviendas nuevas, sino
por una importante demanda para adquirir inmuebles como reserva de
valor. Esta demanda explica el boom inmobiliario, a pesar de que la
población de la ciudad se mantiene estable desde hace 70 años, y las más
de 300.000 viviendas ociosas que reveló el Censo de 2010.
En el marco de una política urbana general que desincentive las prácticas especulativas que aumentan el valor del suelo, con el fin de ampliar las posibilidades de acceder a la compra de un inmueble, también es necesario implementar políticas específicas que amplíen el acceso al mercado formal de alquileres. Así, tanto la promoción como la regulación de dicho mercado deben considerarse como una alternativa necesaria y acertada para atender directamente el problema de acceso a una vivienda digna. Actualmente, estos están sujetos a un sistema en el que los requisitos mínimos para ingresar al mercado formal son difícilmente asumibles, incluso para aquellos que cuentan con un empleo registrado.
Para concretar la operación en la mayoría de los casos se debe contar con: el dinero de un mes de alquiler por adelantado, dos meses de depósito, comisión de la inmobiliaria, gastos administrativos (informe para la averiguación de la garantía, certificado de firmas en la escribanía, etc.), y a su vez que un familiar pueda acreditar como garantía un inmueble en Ciudad Autónoma. Esta serie de compromisos hacen que, para poder ingresar, el potencial inquilino deba contar con una capacidad de ahorro suficiente para poder pagar de una sola vez el valor de hasta cinco alquileres mensuales...
En el marco de una política urbana general que desincentive las prácticas especulativas que aumentan el valor del suelo, con el fin de ampliar las posibilidades de acceder a la compra de un inmueble, también es necesario implementar políticas específicas que amplíen el acceso al mercado formal de alquileres. Así, tanto la promoción como la regulación de dicho mercado deben considerarse como una alternativa necesaria y acertada para atender directamente el problema de acceso a una vivienda digna. Actualmente, estos están sujetos a un sistema en el que los requisitos mínimos para ingresar al mercado formal son difícilmente asumibles, incluso para aquellos que cuentan con un empleo registrado.
Para concretar la operación en la mayoría de los casos se debe contar con: el dinero de un mes de alquiler por adelantado, dos meses de depósito, comisión de la inmobiliaria, gastos administrativos (informe para la averiguación de la garantía, certificado de firmas en la escribanía, etc.), y a su vez que un familiar pueda acreditar como garantía un inmueble en Ciudad Autónoma. Esta serie de compromisos hacen que, para poder ingresar, el potencial inquilino deba contar con una capacidad de ahorro suficiente para poder pagar de una sola vez el valor de hasta cinco alquileres mensuales...