Las grandes fortunas mexicanas se han lanzado a la compra de activos españoles




Un sector que ha concentrado un buen número de operaciones es el financiero. Los bancos españoles han recibido como agua de mayo las inyecciones de capital de inversores mexicanos que hay suscrito cuantiosas ampliaciones de capital. Además de la inyección de efectivo en Liberbank, está la compra del 5% del capital del Banco Sabadell por parte de David Martínez, un importante inversor mexicano afincado de EE UU, o el acuerdo entre el Banco Popular y un grupo de inversores mexicanos liderados con la familia Del Valle que tienen el 6% de los títulos.
“Algunas inversiones se han hecho a muy buenos precios, y otras a unos múltiplos más elevados. Hay que tener en cuenta que estos inversores tienen un concepto del binomio rentabilidad-riesgo más agresivo que los grandes patrimonios españoles”, comenta desde un banco de inversión que ha protagonizado alguna de estas operaciones.
Aparte del sector financiero, los inversores mexicanos han realizado movimientos de calado en compañías españolas de corte más industrial, bien cotizadas, familiares o en manos del capital riesgo. Esta semana, por ejemplo, el Grupo Sigma, junto con su socio chino Shuanghui, recibían el visto bueno de la CNMV para lanzar una opa sobre la totalidad de Campofrío. Además, el pasado verano el grupo mexicano ADO adquiría la compañía de autobuses Avanza por cerca de 800 millones de euros. Algo más lejana en el tiempo (2011), aunque también realizada en plena crisis, fue la compra por parte de Bimbo México de la marca Bimbo en España a Sara Lee por algo más de 100 millones de euros.
Los activos inmobiliarios españoles han despertado el apetito de los grandes inversores internacionales y algunas de las transacciones han sido protagonizadas por capital mexicano. Destaca la reciente compra de la sede de IBM en Madrid por los antiguos propietarios del grupo cervecero Modelo por más de 100 millones.
Credit Suisse cifra en 186.000 el número de millonarios mexicanos en 2013 y calcula aumentará un 47% en 2018 
México es un país con desequilibrios en el reparto de la riqueza —encabeza con Chile la lista de desigualdad de países de la OCDE— y las fortunas locales se han visto beneficiadas por el crecimiento económico, con altibajos pero mayor al europeo, por la recuperación del vecino del Norte, por la subida del precio de las materias primas y por la llegada de capital extranjero atraído por unos costes laborales que se han igualado en muchos sectores a los de China.
El resultado de la combinación de todos estos factores se puede observar en el último Informe de riqueza mundial de Credit Suisse. Los expertos del banco suizo cifran en 186.000 el número de millonarios mexicanos en 2013 y calculan que este privilegiado club aumentará un 47% en 2018 hasta alcanzar los 273.000 integrantes. Este aumento de la riqueza en el país norteamericano también se observa en la última edición del ranking que elabora la revista Forbes con las personas más ricas del mundo. Hay 12 mexicanos entre las 1.000 primeras fortunas del planeta. Carlos Slim, con una fortuna estimada en cerca de 50.000 millones de euros es el segundo hombre más rico del mundo. Slim entró en el capital de PRISA, grupo editor de EL PAÍS, en 2011 a través de su inmobiliaria Carso y tiene el 1,98% del capital.
El interés del dinero mexicano por los activos españoles también se ha vivido en la Bolsa de ese país. OHL y Banco Santander han captado importantes sumas de dinero gracias a la venta parcial de sus filiales allí. OHL logró 400 millones con la colocación de su negocio de concesiones en México en junio de 2013, mientras un año antes el Santander recaudó más de 2.700 millones con la venta del 25% de su filial.