La ultraderecha arrasó en europa

El xenófobo Frente Nacional arrasó en Francia en los comicios para el Parlamento Europeo; en Gran Bretaña y otros países también tuvieron resultados inquietantes


Un arrollador tsunami pardo, color de la extrema derecha, cubrió ayer gran parte de Europa: 69 años después de la Segunda Guerra Mundial, que concluyó con la victoria de la democracia sobre el totalitarismo nazi, un partido xenófobo y racista, el Frente Nacional (FN), llegó en primera posición en una elección en Francia con el 25,2% de los votos. La extrema derecha también cosechó excepcionales resultados en varios de los otros 27 países, como Gran Bretaña, que votaron para renovar el Parlamento Europeo.
Con 380 millones de electores habilitados para elegir 751 diputados, estas elecciones, las más amplias del mundo después de la India , comenzaron el jueves pasado en Gran Bretaña y Holanda, y concluyeron ayer, cuando los votantes de 21 países fueron a las urnas.
Azotados por la crisis, aterrados por un futuro incierto, impotentes ante un desempleo rampante que ha dejado a 26 millones de personas en la calle y hartos de los planes de austeridad a repetición, multitudes de europeos expresaron su rechazo a las políticas tradicionales, cediendo al espejismo populista de la extrema derecha, antieuropea, antieuro y antiinmigración.
El principal símbolo de ese rechazo se concretizó en Francia, donde el xenófobo Frente Nacional (FN) llegó primero, con el 25,2% de los votos, seguido de lejos por los conservadores del partido sarkozysta UMP (20,5%) y el gobernante Partido Socialista (PS), con apenas 14,7%. La formación de extrema derecha de Marine Le Pen no sólo realizó así la mejor elección de su historia, sino que se transformó, virtualmente, en el primer partido francés. Segunda economía europea, Francia envía al Parlamento de Estrasburgo 74 diputados. Con el resultado obtenido anoche, el FN debería quedarse con unas 25 bancas de ese cupo.
El 25% de los sufragios fue lo que también obtuvieron los nacionalistas antiinmigración del Partido del Pueblo Danés, convirtiéndose en el primer partido de ese país. Un avance populista que también se confirmó en Suecia, donde la extrema derecha de los Demócratas Suecos obtuvo 7% y quedó en condiciones de enviar por primera vez diputados al hemiciclo.
En Hungría, el partido neonazi Jobik ganó su apuesta de superar a los socialistas y transformarse en segundo partido del país, detrás de la derecha nacionalista en el poder. Antisemita, racista y profundamente xenófobo, el Jobik obtuvo 15% de los votos, colocándose delante del Partido Socialista (11,3%).
En Alemania, el partido antieuro AFD habría obtenido 6,5% de los sufragios, lo que le permitirá hacer su entrada en el Parlamento Europeo. Pero el triunfo quedó en manos de los conservadores de la coalición gobernante. La CDU/CSU obtuvo el primer lugar, con 36% de los votos, delante de los socialdemócratas, que, no obstante, mejoraron su score, con 27,5% (contra 20,8% en 2009). Con 96 bancas, Alemania envía el contingente más importante de representantes al Parlamento Europeo.
En Grecia, sin sorpresas para un país profundamente azotado por la austeridad, el partido de izquierda Syriza, de Alexis Tsipras, llegó primero, superando de a poco a la gobernante Nueva Democracia, de derecha. Con cerca de 10% de los sufragios, la formación neonazi Amanecer Dorado también espera enviar representantes al Parlamento.
En Austria, el partido de extrema derecha FPO registró un sensible aumento de votos, obteniendo casi 20% de los sufragios.
Otra formación eurófoba podría haber realizado ayer una elección histórica en Gran Bretaña, país donde conservadores y laboristas tienen el monopolio político desde hace un siglo. Esa proeza fue lograda por Nigel Farage, líder del United Kingdom Independence Party (UKIP), que con la mitad de los votos escrutados se situaba en primera posición, con un 31% de los votos, por encima de conservadores y laboristas.
En España, los electores castigaron tanto al Partido Popular, en el gobierno, que retuvo 16 de los 24 escaños que tenía en el hemiciclo de Estrasburgo, como al Partido Socialista, que pasó de 23 a 14. La sorpresa fue Podemos, liderado por el activista Pablo Iglesias, que representa posiciones del movimiento de los indignados y se adjudicó cinco bancas en el Parlamento.
En Italia, el Partido Democrático (PD), del primer ministro Matteo Renzi, obtuvo una histórica victoria, con 41,2% de los votos. El segundo lugar, con 21,9%, fue ocupado por los populistas del Movimiento Cinco Estrellas, que orienta el cómico Beppe Grillo. Los berlusconistas de Forza Italia sólo lograron 16% y la extrema derecha xenófoba y racista de la Liga del Norte quedó en cuarta posición, con 6,5%.
Populistas, eurófobos, neonazis y xenófobos deberían enviar 129 diputados a Estrasburgo. Pero su mayor presencia no logrará cambiar los equilibrios políticos del Parlamento Europeo: los tres grupos centrales del futuro hemiciclo ocuparán cerca del 60% de las bancas, contra poco más del 70% en la representación saliente. La derecha, agrupada en el Partido Popular Europeo (PPE), ganó anoche las elecciones al obtener 211 bancas, seguida por el socialismo (193 diputados)..