La Provincia de Buenos Aires fue el primer
distrito en aplicar mayor control sobre los motociclitas. Ahora el PRO
impulsa una serie de medidas similares en la Ciudad: no más motos con
acompañantes, sí a los chalecos con patentes y multas desde los 6 mil
pesos.

Si se aprueba el proyecto que el gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires tiene previsto para aplicar mayor control sobre los
motociclistas que circulan por las calles porteñas, no se verán más motos
con un acompañante en el área del microcentro durante los días hábiles,
se exigirá el uso de chalecos reflectantes (con el número de la patente
impreso en la parte delantera y trasera) y las multas para quienes no
respeten esas normas, partirán desde los 6 mil pesos. El proyecto
incluye, también, limitaciones y sanciones para quienes no utilicen el
casco.
La iniciativa para controlar la ciruclación de motos fue presentado en la Legislatura por el diputado Cristian Ritondo, vicepresidente primero de la Cámara. Los objetivos son reducir los ataques de motochorros en salideras bancarias y otros delitos, y generar conciencia vial para evitar accidentes de tránsito.
La norma que se pretende aplicar en la Ciudad es similar a la que comenzó a regir desde hace dos semanas en el territorio bonaerense, luego de la emergencia en seguridad que declaró el gobernador Daniel Scioli . La propuesta reabre el debate sobre un tema que ya fue discutido en 2010 en el recinto legislativo, con varios proyectos similares.
La iniciativa para controlar la ciruclación de motos fue presentado en la Legislatura por el diputado Cristian Ritondo, vicepresidente primero de la Cámara. Los objetivos son reducir los ataques de motochorros en salideras bancarias y otros delitos, y generar conciencia vial para evitar accidentes de tránsito.
La norma que se pretende aplicar en la Ciudad es similar a la que comenzó a regir desde hace dos semanas en el territorio bonaerense, luego de la emergencia en seguridad que declaró el gobernador Daniel Scioli . La propuesta reabre el debate sobre un tema que ya fue discutido en 2010 en el recinto legislativo, con varios proyectos similares.
Se busca reducir los ataques de motochorros en salideras bancarias y otros delitos, y generar conciencia vial.