Legislatura: el "cabaret" de Massa


Aunque todos los legisladores del Frente Renovador enarbolan la bandera de Massa presidente, las peleas territoriales y las diferencias de origen comienzan a vislumbrarse en los heterogéneos bloques del FR
Como un Gran Hermano, que observa y controla los movimientos, mientras digita la dirección, Sergio Massa se planta como el referente único y absoluto de su heterogéneo grupo del Frente Renovador. Aunque la base de sustento de su estructura en el territorio bonaerense son los jefes comunales, el diputado tiene una fuerte dote depositada en el ámbito Parlamentario.

Allí, con 23 diputados y 20 senadores (que según los cálculos podrán aumentar para fin de año), el tigrense tiene dos herramientas fundamentales para hacer política. Por un lado, el número para molestar a su principal oponente, Daniel Scioli, por el otro, una imprescindible fuente de financiamiento de la campaña que hace tiempo inició. La diversidad de la tropa no parece ser un impedimento para el diputado nacional, que controla minuto a minuto todos los movimientos de sus fieles.

Todos los días, sin discriminación de hora, los legisladores reciben el parte massista, con los testimonios y acciones desarrolladas por su jefe. “Es nuestro libreto” comenta entre risas un parlamentario del bloque. Pero la humorada tiene asidero real, ya que ningún dirigente puede salirse de ese esquema, ni hablar de lo que quiere. Cuando a la agenda la marca el oficialismo, sólo Sergio Massa, o algún dirigente que él elija, sale a contraponer ese debate. En este particular universo, se mueven con diferentes ritmos los legisladores +A.

En la Cámara Baja, existe un sector que busca jugar directo con el jefe, sin tener intermediarios, por eso, todavía no juegan directo con ningún candidato a la Gobernación. En general son los “viejos” que proceden de gestiones anteriores, o han tenido incidencia en antiguos gobiernos. Allí se alistan el jefe del bloque, Jorge Sarghini, Juan Amondarain, Marcelo di Pascuale, Ramiro Gutiérrez, Ricardo Lissalde, Lisandro Bonelli, entre otros. Este sector peleó la presidencia contra otro grupo que pretendía ubicar en ese lugar a Mario Giacobbe. Se trata de los legisladores que trabajan en la candidatura a gobernador del diputado nacional Darío Giustozzi. Ahí se ubican César Acuña, Julio Ledesma, Sergio Villordo, Pablo Garate, Víctor Monfasani, Mariano San Pedro y María Elena Torresi. A modo de broma, algunos legisladores cuentan que los apodan “los jeringas” porque siempre están “pinchando” o cuestionando algún tema.

También está el chamanista Rubén Eslaimanm que se ubica tras la conducción de la diputada Graciela Camaño, que se resiste a hablar de su marido, el gastronómico Luis Barrionuevo (a quien prefieren mantener fuera de escena). Aparecen también los “radicales” Ricardo Jano, Walter Carusso, y María Arata, quienes muestran una división respecto de la apuesta electoral. Mientras Jano y Carusso juegan para la candidatura provincial del intendente de San Isidro, Gustavo Posse, Arata aguarda la resolución de su jefe político, el intendente de Junín, Mario Meoni, (quien sostiene una histórica pelea con Posse).

Existe una tercera candidata a la Gobernación, Mónica López, quien si bien juega sola esa postulación, tiene cercanía con los demás sectores. Junto a su esposo, el diputado Alberto Roberti (petroleros) comenzaron una fuerte campaña en todo el territorio. El bloque se completa con Orlando Yans, un legislador de origen PRO (con un anterior pasado en la UCR), quien participa del sector del intendente de Vicente López, Jorge Macri. Aunque reivindica su partido, Yans funciona como un massista más del armado. Quedan luego la ex fiscal María Corrado, que responde al dirigente de la Sexta, Dámaso Larraburu, María del Huerto Ratto, representante de la Federación Agraria y esposa del ex legislador Jorge Solmi, y Alfredo Antonuccio, un histórico del PJ que responde al intendente de Merlo, Raúl Othacehé.

En el Senado la situación no resulta muy diferente, ya que si bien Massa dio orden de no anunciar candidaturas, las precampañas de los postulantes influyen en las roscas, uniones y discrepancias de los miembros del grupo. El jefe del bloque, Jorge D’Onofrio, maneja muy bien la orden que le impartió su jefe directo, Sergio Massa, referida al reparto legislativo y financiero del grupo. Su relación con el vice, Gabriel Mariotto, es por demás amistosa y facilita los acuerdos políticos (no necesariamente legislativos) en la Cámara Alta. Sin embargo, la falta de territorio y de historia de D’Onofrio provoca ciertos resquemores con una buena parte de integrantes del staff. En el Senado el giustozzismo no tiene fuerza, ya que sólo tiene la representación de Patricia Segovia y, en cambio, sobresalen (quizás por ser más rebeldes) los viejos caudillos como Baldomero Alvarez. Cuentan que la reunión de la comisión de seguridad que trasladó Alvarez a Mar del Plata, y tuvo como principal jugada la aprobación del proyecto de ley de Emergencia, fue una estrategia pergeñada por Alvarez y Roberto Costa (autor de la iniciativa mucho tiempo antes de que Scioli la determinó por decreto, sin “consultar”). Esto provocó cierto enojo, pero marcó también la independencia que muchos comienzan a mostrar al momento de tomar decisiones.

En el Senado están además el hermano de la “primera dama” Sebastián Galmarini, quien tiene más llegada con Massa los domingos en el almuerzo familiar, que en la toma de decisiones en el ámbito parlamentario. También la secretaria de Malena Galmarini, Micaela Ferraro. Están además los representantes de jefes comunales y la UCR, con el possista Roberto Costa, y Malena Baro, que responde a Meoni. Además, aunque no anunció su candidatura, se sabe que el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, está trabajando en esa posibilidad y tiene en el Senado una representación directa a través de su hermano, Roque Cariglino.

De todas maneras, salvo los casos mencionados, la mayoría de los massistas no anticipan su preferencia electoral en la Provincia, ya que saben que continuarán las mudanzas, y con ello, nuevos acuerdos nacionales, provinciales y regionales.