Hay que ayudar a Cartes

 
 Por José Agostino
El día 28 de enero, una comitiva paraguaya encabezada por el presidente de la República, Horacio Cartes, viajará a La Habana, Cuba, donde se llevará a cabo la segunda Cumbre de Jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
La Celac está integrada por 33 países habitados por 600 millones de personas, en más de 20 mil millones de kilómetros cuadrados, que poseen la quinta parte de las reservas mundiales de petróleo, tienen en conjunto la tercera economía más grande y han logrado sacar de la pobreza en la última década a más de 70 millones de personas.
Se destaca esta vez, la presencia del secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, en lo que supone el primer contacto oficial con Cuba desde que el país quedara suspendido de la organización en 1962.
El año pasado, en la primera Cumbre de la Celac en Chile, Paraguay estuvo ausente por pedido del gobierno chileno, por temor a que los países miembros del Mercosur y la Unasur, que suspendieron al país por considerar irregular la destitución del entonces presidente Fernando Lugo, no concurran.
Paraguay con la destitución de Lugo no solo se desmarcó del clima de época que transita hoy nuestra América del sur, sino que se cayó del mapa de nuestra región. Con la asunción de Cartes fueron no pocos los que lo estigmatizaron describiéndolo como un millonario frívolo despojado de espíritu político y social.
Sin embargo el nuevo Presidente del Paraguay, Horacio Cartes, está demostrando con hechos, cuan equivocados estaban sus detractores. Una de las primeras acciones donde Cartes se plantó y con fuerza lo llevó a impulsar, promover y alcanzar la aprobación en su parlamento del protocolo de la incorporación de Venezuela al Mercosur (Paraguay era el único país del bloque que aún no aprobaba su adhesión), y de la presidencia Pro Tempore venezolana del organismo multilateral. Esta aprobación no le resultó fácil al presidente paraguayo, ya que aliados, oposición, medios y empresarios cuestionaron duramente la aprobación del protocolo que otorgaba a Venezuela la presidencia. Sin embargo Cartes dio las batallas que tenía que dar, negoció, convenció y finalmente obtuvo la ratificación parlamentaria.
En la próxima Cumbre de la CELAC, Paraguay a través de su primer mandatario, condenará el embargo a Cuba junto con Argentina y Brasil, y expresará un categórico apoyo a nuestro país por Malvinas.
Cartes ya ha planteado en diversos foros y discursos, un firme respaldo a los legítimos derechos de soberanía de Argentina sobre las islas Malvinas, Georgia del Sur y Sandwich del Sur, resaltando la importancia de observar lo dispuesto por la Resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas que insta a las dos partes a que se abstengan de adoptar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales en la situación mientras las Islas estén atravesando por el proceso recomendado por la Asamblea General de la ONU. El Presidente paraguayo, ha destacado recientemente, "la permanente actitud constructiva y disposición del Gobierno argentino para alcanzar por la vía de las negociaciones una solución pacífica y definitiva a esta anacrónica situación colonial en suelo americano".
En relación a nuestro país, en el primer encuentro con nuestra Presidenta, Cartes manifestó: “El relanzamiento de las relaciones con la Argentina ya arrancó. Desde que gané las elecciones hubo llamados de la presidenta argentina y a partir de allí empezamos a trabajar unidos. Después de muchos años era importante, por ejemplo, nuestra visita aquí y la de Cristina Fernández a Paraguay para mi asunción. Paraguay agradece mucho todo lo que está haciendo la Argentina. Tenemos muchos temas pendientes en la relación”

Inclusión y ampliación de derechos
Con su política interna, que incluye una reforma agraria profunda, y una mirada atenta, que mezcla admiración y curiosidad a lo hecho en la Argentina, de donde pretende tomar e imponer en su país, la Asignación Universal por Hijo, el plan Conectar, los planes de repatriación de científicos, políticas de inclusión para los segmentos jóvenes y la ampliación de derechos individuales entre otros, Cartes se muestra como un líder político, con un claro sentido nacional, popular y progresista de la política.
Esta Cumbre mostrará un Cartes mucho más cerca del eje Mercosur, que del eje del Pacífico, mucho más cerca de Argentina y Brasil.
Si tuviera que describirlo políticamente, y se me permitiera usar una categoría argentina, diría que es íntimamente un peronista, porque entiende a su país como un conjunto, y en ese entendimiento se siente viajando en el mismo barco con los trabajadores, empresarios, con los desplazados del sistema, con los  integrantes de los pueblos originarios, con las diferentes minorías y grupos de interés real en general, en un barco en el cual nadie puede argüir que tiene derecho a hacer un pozo en su camarote, porque en ese caso se hunde todo el barco. Cartes siente que ese barco llamado Paraguay los incluye a todos y que debe llevarlo a puerto seguro.
Cartes manifiesta en sus charlas con sus equipos de trabajo, interés sobre los profundos cambios en nuestros países y en el mundo. En América latina, y particularmente en Sudamérica. Al tope de su agenda se encuentra la cuestión social, las grandes desigualdades que históricamente caracterizan a nuestros países, y que son reconocidas como el principal problema y un obstáculo fundamental al desarrollo. Por eso desde el primer día impulsó políticas para atender a los sectores vulnerables, erradicar la pobreza, educar e impulsar la cohesión social.
Paraguay es todavía un país que registra una profunda fractura, entre las minorías que concentran el poder económico y las mayorías populares. Donde salvo alguna fallida experiencia, generan liderazgos que reproducen los privilegios y asimetrías establecidas y acumulan poder como agentes de intereses extranjeros. Desigualdad, subdesarrollo y dependencia están estrechamente asociados en Paraguay. Cartes se propone privilegiar la resolución de la cuestión social y, consecuentemente, asumir un comportamiento distinto respecto de la gestión de la economía y sus relaciones externas. Cartes cree indispensable no subordinarse a la ideología promovida por los centros de poder internacional y analizar la realidad desde nuestras propias perspectivas.
Pero estas intenciones se encontrarán con innumerables trabas y dificultades. Tanto de adentro del Paraguay como de afuera. Grupos que se sentían cómodos en el viejo Paraguay, y sus socios externos, no quieren cambiar. Ellos no quieren un Paraguay para todos y todas.
Por eso insisto, a Cartes hay que ayudarlo. Ayudarlo a que se sume al eje Mercosur, que se puedan desplegar políticas inclusivas que redundarán en beneficio de su país y de la región toda.
En reuniones de trabajo con sus colaboradores Horacio Cartes, les transmite que la formación de un sistema económico y social avanzado como el que él pretende, exige articular la explotación de los recursos naturales con su industrialización e incorporación de valor agregado y tecnología. Las estructuras productivas reducidas a producir y exportar productos primarios desembocan en el subdesarrollo, la dependencia y la exclusión social, por ello el pensamiento del Presidente paraguayo, es dotar a su país de los últimos adelantos tecnológicos en la industrialización de los incontables recursos y productos primarios que posee Paraguay.
Según Horacio Cartes, desde el Mercosur no tenemos todavía influencia en el orden global. Sin embargo, disponemos de la capacidad para decidir si estamos en el mapa global, ejerciendo nuestro derecho al desarrollo, agregando valor a nuestra producción, o nos resignamos a reproducir nuestra histórica condición de países con economías primarias.
Para nosotros, Paraguay, un país que sigue creciendo a tasas altas, puede ser un socio estratégico y clave, desde cuestiones urgentes del aquí y ahora como la difícil renegociación de la deuda de Yaciretá, y el relanzamiento del EBY (Ente Binacional Yaciretá), hasta las enormes posibilidades de desarrollo en inversión para la Argentina en áreas como software, medicina, tecnología de alimentos, medio ambiente, energía, metalmecánica, construcción de represas, investigación, desarrollo del turismo, petroquímica, y servicios en general.
Paraguay con un Presidente como Cartes puede convertirse en un socio clave para la Argentina, habrá que incluirlo, sumarlo, y ayudarlo para que pueda transitar el camino de la integración, la sinergía y la complementación como instrumento fundamental para impulsar el desarrollo nacional de nuestros países y fortalecer su posición conjunta en el orden regional y global.

Dr. José Agostino
Doctor en Economía