Las claves del arreglo Scioli Massa?

Scioli y Massa buscaron presentar como una victoria propia las concesiones que hicieron

Tan rica en los estruendos previos como en los silencios posteriores, la negociación del presupuesto bonaerense dejó en evidencia la capacidad del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y el diputado electo del Frente Renovador (FR), Sergio Massa, para acudir al pragmatismo (incluso) en su primera batalla y presentar como victorias sus concesiones. Apenas un anticipo de lo que vendrá.
"No sacamos el presupuesto porque pudimos hacer un acuerdo con Sergio: Sergio fue el último acuerdo que hicimos para sacar el presupuesto", interpretaba anoche un hombre que conoce el pensamiento del gobernador. Una forma diplomática de quitarle peso específico a Massa. "El presupuesto se caía si no acordábamos con la UCR, el FAP o el denarvaísmo. "Lo único que cambió es que hay una fuerza nueva", remarcó otra fuente, que prefirió destacar cómo, "una vez más", Scioli "logró el consenso a través del diálogo".
Para el FR, ocurrió lo contrario. "Hicimos valer el voto de la gente por más seguridad y obras en las rutas. Una cosa es que se endeuden libremente y otra que lo hagan a partir de las prioridades que votó la gente el 27 de octubre", sostuvo ayer Massa. Cada vez que pudo, se presentó como un opositor "firme" a la vez que "responsable".
Después de semanas en las que se castigaron públicamente, Scioli y Massa se parecieron más a quienes en junio estuvieron a punto de unir fuerzas para enfrentar al kirchnerismo que a los dos extremos de una batalla que terminó, el 27 de octubre, con una victoria aplastante del intendente sobre el gobernador.
¿Qué pasó en el medio? La Casa Rosada sacó de la galera a un nuevo jefe de Gabinete que mostró -al menos durante unos días- que el kirchnerismo todavía puede generar opciones de poder. Lo mismo que hizo al anunciar el acuerdo con Repsol por YPF justo cuando Massa estrenaba pergaminos de presidenciable en España.
Con ese lastre a cuestas, Scioli y Massa tuvieron su primer round enteramente propio en la discusión presupuestaria que culminó ayer. Ambos se proclamaron vencedores.
Si se toman en cuenta algunos aspectos del presupuesto y la ley impositiva que ayer quedaron silenciados, resulta más evidente, en cambio, que lo que venció fue el pragmatismo de ambos.
No sólo porque el repudiado endeudamiento provincial de 14.500 millones de pesos terminará siendo mayor (en unos $ 400 millones), sino principalmente porque el massismo terminó convalidando la permanencia de los -bien o mal llamados- "superpoderes" de Scioli. Los legisladores massistas podrán argumentar que los rechazaron en la votación en particular del presupuesto, pero durante el último mes habían definido a los superpoderes como algo peor incluso que el endeudamiento.
En los hechos, anoche, el gobernador mantuvo vigente la facultad de reasignar partidas "que involucren a gastos corrientes, gastos de capital y distribución de las finalidades".
"Sin esa facultad, que tienen todas las provincias, no se puede gobernar", explican los sciolistas. Una afirmación tan cierta como la posibilidad de que Scioli reasigne hacia otros destinos los fondos para seguridad u obras públicas que ayer celebraba el massismo. Forzando la desconfianza a un extremo, Scioli podría incluso destinar esos recursos a publicidad, otra de las banderas que el FR esgrimió en la previa y archivó anoche.
El sciolismo también escondió banderas. Especialmente, el repudio contra los municipios massistas que aumentaron o proyectan aumentar sus tasas en rangos cercanos al 40 por ciento. Scioli y Massa terminaron acordando que tanto la provincia como los municipios suspenderán los aumentos provinciales y locales. Pero "de acá hasta marzo", aclararon.
Por las experiencias previas, un mal augurio para los contribuyentes, que volverán a quedar a merced del pragmatismo de Scioli y de Massa..