Empleo industrial y sustitución de importaciones en la industria automotriz


Uno de los temas que más preocupa al conjunto de los trabajadores y  al Gobierno Nacional es, a pesar de la baja de casi 20 puntos en la tasa de informalidad en la última década , la persistencia de altos niveles de trabajo ilegal, independientemente ya del nivel de desempleo y crecimiento económico.

Pareciera que la tasa de informalidad se ha estancado desde hace un trienio y no desciende al ritmo esperado o lo hace muy lentamente y sabemos qué implica para el trabajador hacerlo en la ilegalidad: ausencia de cobertura social y previsional y salarios promedios equivalentes al 60% de su par formal por igual carga horaria y actividad.

Una de las explicaciones posibles de la persistencia de alta tasas de informalidad laboral , consiste en observar qué está sucediendo con el empleo industrial, en tanto es en el sector industrial donde se manifiestan mayores niveles de formalidad laboral y mejores salarios, a diferencia por caso del sector agropecuario donde, a pesar de las enormes tasas de ganancia del sector, los niveles de informalidad promedio superan ampliamente la media nacional y el salario medio del sector cae bien por debajo del promedio nacional.

Para observar entonces qué sucedió en la última década con el empleo industrial extraemos del estudio "El empleo industrial: Balance de una década (2003-2012)", de Adriana Marshall y Laura Perelman, esta interesante reflexión entre la evolución del PIB y el empleo industrial, su productividad y la elasticidad empleo-producto en el período 2004-2011 que se desprenden del cuadro que abre el post.

"Se identifican entonces dos fases diferenciadas en el proceso de expansión industrial, una de ellas con fuerte crecimiento del empleo, que transcurrió entre 2004 y 2007 (con una tasa promedio anual de aumento del empleo del 6.8%), y la siguiente, que se desarrolló durante 2008-2011 (con un incremento promedio del empleo del 0.9% por año, incluyendo la retracción del -3.6 % en 2009) o, más estrictamente, la que siguió a la recesión de 2009, durante 2010-2011, con escaso reclutamiento y mayor dinamismo en el avance de la productividad, durante la cual el empleo creció en promedio un 2.3% anual."