El Mito de Gobierno

por  ICP


Los gobernantes requieren de buena aceptación y calificación, de estar siempre en el ánimo ciudadano. En caso de no tener aspiraciones políticas futuras, les ayudará a realizar un cierre de administración transparente e incuestionable. Pero si buscaran en el corto o mediano plazo un nuevo cargo de elección popular, les es imprescindible entregar buenos resultados, cumplir con las expectativas ciudadanas para que los logros de su gestión sean la mejor carta de presentación para su próxima postulación.



Aunque desde los medios de comunicación masivos se pueden crear imágenes positivas del trabajo de las autoridades electas, es imprescindible que ese trabajo se haya realizado adecuadamente, en tiempo y forma, con la idea de crear primero un proyecto general de gobierno y a mediano plazo el llamado mito de gobierno. El mito de gobierno, según Riorda (2006), es la comunicación de tipo simbólico que tiene la función de generar esperanza y que, una vez instalada, puede alimentarse a sí misma.

Vincular al ciudadano con el gobierno y hacerlo sentir parte de él es el logro del mito (Edelman, 1991). Esto ocurre cuando el proyecto general de gobierno ha sido apropiado por la ciudadanía y sentido como tal. Ello es vital para la comprensión del mito, pues la condición de significación, vía el lenguaje, es interaccional, y difícilmente saldrá de la cabeza de un individuo aislado, pues las proposiciones se van estructurando como una creación social.



El modelo de Campaña Permanente, así como otros elementos modernos de la Comunicación Política, son indispensables para explicar y entender los nuevos procesos, asociados con la transición política y la llamada pos-democracia. En este sentido, Crouch (2004) refiere que el debate electoral se ha limitado a un espectáculo electoral que está estrechamente controlado y gestionado por equipos rivales compuestos por profesionales expertos en técnicas de persuasión.