La próxima cosecha superaría los 50 millones de toneladas y aportaría 1,3 puntos porcentuales al crecimiento del PBI.
- Por Annabella Quiroga
El año próximo, la soja podría recuperar su condición de heroína en
la película de la economía argentina. En la campaña que está
terminando, la sequía hizo que la cosecha estuviera 11 millones de
toneladas por debajo de lo esperado, lo que contribuyó a alimentar la
versión oficial de que el mundo –y el clima– se nos vino encima. Sin
embargo, la sequía tuvo un efecto positivo, ya que la menor oferta hizo
que los precios subieran más allá de los pronósticos.
El presupuesto nacional de este año se armó con una estimación de
US$440 por tonelada de soja y ayer tocó los US$644 en el mercado de
Chicago. Para la próxima cosecha, todo indica que el clima nos volverá a
sonreír, se batirán los recórds de producción y el país recibiría
entre US$5.000 y 8.000 millones adicionales a lo obtenido este año
gracias al “yuyo” (ver página 7).
Datos de la consultora Economía y Regiones (E&R)
muestran que aun con el repunte de los precios, este año las
exportaciones de soja estarán US$2.680 por debajo de 2011. Pero el año
próximo la historia será diferente. “Si asumimos que la cosecha del año
próximo iguala al récord de la cosecha 2009/2010 –52 millones de
toneladas–, las exportaciones del complejo sojero ascenderían a
US$27.500 millones, superando por 17,3% los ingresos de 2012, que habían
sido de US$23.400”.
Las previsiones de la consultora de Miguel Bein
indican que la próxima cosecha se ubicaría en 113 millones de
toneladas. De este modo, el aporte directo e indirecto del agro al
crecimiento estaría alrededor de los 1,3 puntos porcentuales, aunque los
precios de la tonelada no sean tan altos como los actuales. “Esto
generaría un aumento de la oferta de dólares en torno a US$8.000
millones que, en conjunto con los menores vencimientos de deuda de 2013
en el mercado (US$5.600 millones –suponiendo que no corresponde el pago
del cupón del PBI–, de los cuales US$4.900 millones son en moneda
extranjera), otorgaría algún margen adicional a la política cambiaria
actual de deslizamiento del tipo de cambio en torno a 15/16%”.
El Estudio Bein también suma otro factor determinante para el 2013, que será la recuperación de la actividad en Brasil, que a su vez permitiría un repunte de la industria automotriz. “El agro y la industria automotriz, que en forma directa e indirecta restaron cerca de 1,3 puntos porcentuales al crecimiento de 2012, aportarían al menos 1,5/2 puntos porcentuales al crecimiento del próximo año”.
El Estudio Bein también suma otro factor determinante para el 2013, que será la recuperación de la actividad en Brasil, que a su vez permitiría un repunte de la industria automotriz. “El agro y la industria automotriz, que en forma directa e indirecta restaron cerca de 1,3 puntos porcentuales al crecimiento de 2012, aportarían al menos 1,5/2 puntos porcentuales al crecimiento del próximo año”.
Los economistas ven una buena performance para la oleaginosa en
2013, aunque los precios estén por debajo de los de este año. La semana
pasada, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos declaró
como zona de desastre a más de un tercio del territorio agrícola del
país. “Esta es la peor sequía desde 1988”, afirma Gastón Sempere,
analista de Research de Puente. Y
sostiene que “el precio actual es bastante elevado, por lo que las
posibilidades de que siga subiendo son limitadas”. También indica que
“otro elemento a favor es que la demanda sigue fuerte, aunque China
haya disminuido la velocidad del crecimiento”.
También Econométrica señala
que, en 2013, “factores exógenos, como el posible rebote de Brasil con
apreciación de su moneda y bajas lluvias en los EE.UU pueden traer más
dólares y dar margen para un rebote en la Argentina”...