Redrado y la emergencia del conflicto real

Si leemos el discurso de primer orden de la situación planteada ayer en la agenda, el gobierno lo quiere echar a Redrado por incumplir con una orden presidencial, y la oposición, en este caso el radicalismo, sale a proteger las reservas.
¿Que quisiera comunicar el gobierno si tuviera la gente capacitada para hacerlo? ¿Y que el radicalismo?
El problema del gobierno con Redrado no es el Fondo del Bicentenario, nadie se separa porque le sirven un mate frío. El Gobierno tiene diferencias profundas con Redrado en materia de política monetaria, y la idea es durante estos dos años profundizar los cambios, horizontalizar la demanda y doblar la apuesta en políticas distributivas y de crédito, con instrumentos como el proyectado Banco Nacional de Desarrollo,-con la intención de constituirse en alternativa para 2011 its, the economy-, Redrado todos los sabemos siempre pensó diferente.
Por otro la UCR se quiere presentar como el guardián de las reservas, cuando en el imaginario de la gente, la UCR por ahora, no puede apropiarse de conceptos como reservas o buena administración, luego del desastre que fue su último gobierno con De la Rúa mirando desde el helicóptero los 1748 millones de dólares de reservas que dejaba en el Central.
El problema del gobierno es sacar el foco del y problema , y no hacer emerger las motivaciones reales que pueden ser presentadas por la oposición de manera negativa, pero también pueden ser presentadas de manera positiva, como la profundización del modelo, en este escenario de emergencia de las motivaciones reales, transar el conflicto sobre la decisión política en la arena mediática, será para el gobierno mas sencillo que definir el mismo desde los metamensajes.
Y el error de la UCR es el doble mensaje, la comunicación incongruente, diciendo si con la cabeza y no con la boca. Es como si un tipo de 60 años y que mide 1. 50 cm, hablara de sus posibilidades en la NBA.
El radicalismo debería enfocarse en aquello que en este momento no hace ruido, lo congruente, la anticorrupción, la concordia y los anclajes en la clase media con derrame hacia la media baja y la baja con aspiraciones, esa fue la fórmula del 97 con Meijide contra Chiche, y por ahora otra fórmula resulta inviable, ya que que si Morales o Cobos intenta hablar de gestión o eficiencia, no harán sino ser funcionales a sus adversarios.