Scoring anti-Macri y "voto flogger"

Sólo faltan un par de detalles, pero el blog está casi listo para lanzarse. Desde allí, la Coalición Cívica invitará a que los internautas hagan su "scoring contra Macri": "¿No avanzaste con la red de subtes? 10 puntos menos", y comentarios por el estilo.

Es una de las iniciativas de propaganda política "2.0" que se vienen en una campaña que tiene este tipo de herramientas digitales con un protagonismo creciente. Los motivos son varios. Por un lado, el aumento de la penetración de la banda ancha y de celulares inteligentes hace que estas estrategias se vuelvan más efectivas. Son herramientas mucho más baratas que la propaganda en medios masivos, y por lo tanto están al alcance de los partidos chicos. Y además aportan un atributo de "innovación" al candidato que las utiliza, que puede ser potenciado, si el contenido es creativo, con repercusión en la prensa.

"Hoy la penetración de la banda ancha en la Argentina oscila entre el 30% y el 40%, dependiendo de cómo se consideren los locutorios, y de ese total se estima que un tercio son ciudadanos que se interesan por temas políticos y son sensibles a los mensajes digitales de los candidatos", cuantifica Rodrigo Lugones, director ejecutivo de Durán Barba y Asociados. En definitiva, entre un 8% y un 10% del total del electorado hoy es alcanzado por iniciativas digitales, aunque este universo va en aumento.

Por ahora, el target de estas acciones está compuesto por jóvenes, principalmente por lo que votan por primera vez. Lo que un consultor de comunicación política llama "el voto flogger". Pero Lugones dice que esta composición está cambiando: "De hecho, en los EE.UU. Facebook tiene la tasa de crecimiento más alta entre los internautas de entre 50 años y 65 años, y la más baja en el segmento 20-30".

La inauguración de la era de las campañas con un fuerte contenido digital se dio el año pasado en EE.UU, con el triunfo de Obama. Su decisión de poner a Joe Biden como candidato a vicepresidente se comunicó a través de 3 millones de SMS, tuvo acciones de advergaming (cruza entre juegos electrónicos y publicidad) y una estrategia muy activa en las redes sociales.

Los políticos organizaron "marchas digitales", en las cuales uno podía crear su personaje y colocarlo en un lugar de la explanada frente al Congreso de EE.UU, en Washington, sin incurrir en el costo y el tiempo que implicaba antaño asistir en persona.

Un ejército de colaboradores se dedicaba a responder los mensajes de los 3,5 millones de amigos que llegó a tener en Facebook Obama.

En la Argentina, Francisco De Narváez, un candidato precursor en estas lides, tiene tres personas dedicadas full time a esa función. El el récord de amigos en esta red social es para el entrerriano Alfredo De Angeli, con cerca de 20.000 seguidores.

"Hay una gran excitación entre los políticos en torno a las campañas digitales", explica Ernesto Savaglio, el publicista del macrismo, "pero al final del día la batalla se juega en los contenidos: todos los candidatos van a tener página en Facebook, todos van a mandar SMS; por ese camino van a quedar empatados, lo que importa es la creatividad".

Savaglio advierte contra entusiasmos exagerados. "Internet, al igual que la radio, la TV y la gráfica, es un medio incompleto, y por lo tanto complementario con el resto".


Sebastián Campanario