El celular al servicio de los los servicios


El FBI y otras agencias de EEUU utilizan un método de rastreo a sospechosos que no necesita la ayuda de las operadoras.

Para espiar a los malos cuando usan su móvil se necesitan una orden judicial y la colaboración de las compañías telefónicas, incluso en las películas.

Sin embargo, el FBI y otras agencias de seguridad de EEUU han encontrado una manera de obviar el papeleo. Lo llaman triggerfish y, aunque no tiene una traducción fácil, sí se sabe para qué sirve: rastrear los movimientos de un sospechoso por medio de su teléfono móvil.

La localización mediante los móviles no es nueva. Si no pudieran ser ubicados, simplemente no podrían recibir o enviar llamadas. Pero esa información geográfica necesaria para la topografía de la red de telefonía móvil sólo la conocen las operadoras.

Cuando la policía quiere saber dónde está un sospechoso o a quién llama, necesita la colaboración técnica de la compañía telefónica y el visto bueno legal de un juez.

Falsa antena

El triggerfish o analizador digital es un aparato que simula ser una antena de telefonía móvil

Sin embargo, y según muestran varios documentos del Departamento de Justicia de EEUU, el FBI cuenta con una tecnología que prescinde de la intervención de las operadoras. El triggerfish o analizador digital es un aparato que simula ser una antena de telefonía móvil. Basta con estar cerca del objetivo y esperar a que descuelgue. Cuando llama, el móvil busca siempre la señal de la antena que mejor cobertura le da. Por eso, los equipos de los policías de EEUU son muy potentes, para que el terminal siempre acuda a ellos. Una vez lo hace, y sin interceptar la llamada, el analizador registra datos vitales para una investigación como son el número de teléfono, el de serie o a quién llama, entre otros.

Aunque la existencia de esta tecnología ya era sospechada y había documentación técnica en algunos foros especializados, es la primera vez que un organismo oficial de los EEUU reconoce su existencia y su uso.

Documentos oficiales

Dos organizaciones activistas de EEUU, la Unión Americana para las Libertades Civiles (ACLU) y la Fundación Fronteras Electrónicas (EFF), exigieron a comienzos de año información sobre este sistema. En aquél país, la legislación permite a los ciudadanos exigir la publicación de documentación oficial que pueda afectar a sus derechos y no comprometa la seguridad nacional.

El Departamento de Justicia de EEUU les envió este mes una serie de documentos sobre prácticas y técnicas de vigilancia policial. Aunque otras convencionales como la intervención de la línea telefónica están regladas, el rastreo de los móviles sin intervención de las operadoras no exige la autorización del juez, sólo una comunicación previa y razonada. Como se puede leer en la alerta lanzada por la ACLU en su web: "Con tecnología como esta, quién necesita la ley?"