Periodismo online : en clave personal


Tras haber sido colaboradora especializada de prestigiosos diarios de EE.UU., Chris Nolan, fundadora y editora de Spot-on.com , un sitio web dedicado a la actualidad política, es hoy una experta en comunicar noticias en formato multimedia

SAN FRANCISCO.- "Antes de la era de Internet, el editor de cualquier publicación de pueblo o ciudad podía darse el lujo de disparar en voz alta: ´La gente nos va a leer de todas formas porque nosotros somos el diario del lugar . Pero ese tipo de fanfarronadas, por suerte, ya comienza a ser parte del pasado: hoy los lectores son cada vez más inteligentes y tienen, además, una amplia variedad de opciones a un clic de distancia. Por eso, el gran desafío de los medios gráficos no consiste más en retener a sus viejos lectores sino en hacer lo imposible para que vuelvan, ya que el zapping online , les guste o no, es inevitable".

Chris Nolan, fundadora y editora de Spot-on.com , un sitio online donde se brinda, según reza el eslogan, "una mirada independiente, inteligente y profunda sobre política y actualidad", es una de esas leonas aguerridas que irradian chispa, generosidad y ternura, pero a las que mejor ni arrimárseles ante el más mínimo esbozo de incomodidad o fastidio en sus palabras o gestos. Y ni qué hablar si llegara a estar en la cúspide de la furia.

Basta con escuchar el resonar de su voz cuando pone énfasis sobre alguna que otra cuestión más o menos álgida. Como cuando observa que "de moderno, todo lo que están haciendo en la campaña demócrata no tiene absolutamente nada más que la tecnología", o cuando arroja sus puntos de vista como zarpazos: "YouTube es una excelente herramienta tecnológica para la venta de publicidad; eso es todo lo que es; porque, en verdad, su contenido es estúpido, irrelevante y no aporta ningún valor".

Nolan, con más de 25 años de experiencia como periodista, antes de mudarse al Silicon Valley y, luego, a San Francisco, escribió sobre tecnología y cubrió la agenda política de los Estados Unidos desde Washington para medios del prestigio del The Washington Post , The New Republic , Fortune , Business 2.0 y Conde Nast Traveler .

El último sueldo en relación de dependencia que recibió fue, en 1999, del San José Mercury News . "Pero no te molestes en entrevistar a nadie de ese diario -advierte con algo de picardía-: es un caos total, ya no es ni la sombra de lo que era y, para colmo, Dan Gillmor (autor de Nosotros, el medio , y considerado el padre del periodismo ciudadano) dejó de trabajar ahí hace rato".

Spot-on.com , que cuenta con un equipo de 14 periodistas que escriben desde Pekín, Nueva Delhi, Beirut, Valencia, El Líbano, varias ciudades de los Estados Unidos -entre ellos se comunican con Skype-, vive exclusivamente de la venta de notas sindicadas. Su principal cliente es washingtonpost.com .

"La mayoría de los periodistas del mundo off-line están aterrorizados con Internet porque temen perder sus empleos; por eso no quieren saber nada ni con blogs, bloggers o páginas online ", señala Nolan. Y tras darle otro sorbo a su trago, remata: "Esa es la realidad".

El encuentro con LA NACION tuvo lugar en la guarida que ella misma sugirió por teléfono: Coco 500, un moderno bar-restaurante en pleno centro de San Francisco. Gracias a Dios, se la veía distendida, de buen humor y dispuesta a contestar cuantas preguntas fueran necesarias.

-¿A quiénes crees que sería un crimen perder en las grandes redacciones?

-A las grandes plumas y a aquellos pocos con una mirada particular y muy personal sobre la realidad. Y aclaro: Internet no quiere decir que haya que descuidar la calidad de la prosa.

-¿Cómo cambió la manera de hacer periodismo en los últimos años?

-Uno de los cambios más radicales de la Era Digital, que aún muchos de los grandes periodistas estadounidenses no han comprendido, es que el tono personal es sumamente importante: ahora se trata del periodista hablándole directamente al lector en primera persona y con un toque decididamente personalizado. Por eso insisto: es fundamental que las redacciones conserven a quienes tienen grandes habilidades para escribir.

-¿Alguna vez te amenazaron por algo que hayas publicado?

-No, salvo por Phil Bronstein, el editor del San Francisco Chronicle , que varias veces me amenazó con demandarme. Pero como se lo hacen a todo el mundo, ese caso digamos que ni cuenta.

-¿Sentís, entonces, que podés expresarte libremente en tu sitio?

-Sí, siento que allí puedo expresarme de manera libre e independiente.

-¿Nunca te llegó alguna observación de The Washington Post , tu principal cliente?

-Jamás. Lo único que me dijeron una vez fue "nada de irreverencias en los titulares" (ríe). De hecho, yo misma he tomado la precaución de no contratar a ningún redactor políticamente correcto, ya que lo que más me interesa para Spot-on.com , además de que las notas estén bien escritas, es la diversidad de opinión y de puntos de vista.

-¿Es esperable una apertura similar en la prensa gráfica en general?

-Sí. Creo que cada vez será más frecuente la rotación de columnistas invitados y editorialistas en los diarios, un hecho que ya ha comenzado a observarse en The New York Times, por ejemplo. Y eso también viene de Internet: más apertura ideológica y más barreras que se derriban.

-¿Qué podés decir sobre la fuerte presencia de Barak Obama en la Red?

-Que es la primera candidatura del siglo XXI basada en Internet, y que en los próximos años comenzaremos a ver replicado el mismo modelo, una y otra vez, en todo el mundo y en cada campaña política dentro de este país.

-¿Por qué estás tan segura?

-Por la sencilla razón de que es extremadamente barato y, además, ¡funciona! Sin embargo, lo más maravilloso es que la candidatura de Obama no es más que una vuelta a la vieja forma de hacer política.

-¿A que te referís?

-A que se vuelve a establecer una relación persona a persona. El mensaje les llega a miles de internautas, masivamente, y, no obstante, sigue manteniéndose un vínculo personalizado. No olvidemos que Obama proviene de Chicago, Illinois, una ciudad famosa en este país por la forma de hacer un tipo de política extremadamente agresivo y organizado al mismo tiempo.

-Hay una expresión bastante popular entre ustedes: " a Chicago ward-heeler "

-Sí, la usamos para referirnos a alguien que no sólo es organizado sino además extremadamente efectivo para movilizar y llevar adelante a su partido, en especial al demócrata. Obama proviene de esa vieja escuela política, de un animoso vínculo con la gente, cara a cara y en la calle. Y esas son exactamente las mismas bases y fundamentos que han sido replicados en la Red. Por eso digo que lo que hoy vemos en Internet no es más que la vieja fórmula de hacer política que históricamente tuvieron los Estados Unidos en el mundo real, pero llevada de una forma extremadamente inteligente y efectiva a las plataformas tecnológicas online .

-¿Cuáles son esas plataformas?

-Varían. Para la gente joven, por ejemplo, Facebook es sin duda la principal. De hecho, uno de sus cofundadores, Chris Hughes, se puso a trabajar a fondo en la candidatura demócrata desde hace meses. La presencia y las aplicaciones que tiene la campaña de Obama en Facebook son extremadamente sofisticadas. La pregunta específica en ese caso fue: ¿nos sirve esta plataforma para difundir el mensaje que queremos, y en la forma que queremos? Y la respuesta fue sí, y los resultados ya los vimos. En San Francisco, por ejemplo, hay una enorme masa de gente joven, íntimamente relacionada con el mundo de Internet y la tecnología, que lee las noticias online .

-¿A qué viene esto?

-A que por más que bombardees a esa franja poblacional con información en la radio, en la televisión o en el diario, o incluso aunque vayas puerta a puerta, puedo dar fe de que ese mismo mensaje no tendrá ni el impacto ni la trascendencia que cuando lo ven en Facebook, que es donde leen las noticias, se entretienen e interactúan con sus pares.

-¿Podría decirse que Facebook es una forma de llegar sólo a gente joven?

-Hoy eso es así hasta cierto punto; Facebook sigue creciendo e incluyendo a gente mayor, más vieja, no necesariamente en edad universitaria.

-¿Vos usás Facebook?

-Sí, un montón.

-¿Con qué fines?

-Bueno, en gran parte para chismear con mis amigos y jugar al Scrabble. ¿Te acordás de que cuando salieron las computadoras todos se sentaban a jugar al solitario? Bueno, ahora la gente juega Scrabble en Facebook.

-¿Y no estás en Twitter, que es el boom del momento?

-No, no uso ese tipo de tecnología móvil como la mayoría de la gente en esta zona. Paso la mayor parte de mi tiempo frente a mi computadora leyendo, escribiendo, editando Ya sería demasiado si a mi vida le agrego Internet desde un aparato móvil.

-¿Cuáles son tus lecturas diarias online ?

-Básicamente, leo las ediciones online de los grandes diarios nacionales: The Washington Post , The New York Times y The Wall Street Journal , además de The Guardian , The Times of India Unos cinco o seis blogs específicos sobre política y varios sitios relacionados con el negocio editorial.

-No mencionaste a The Huffington Post...

-No le presto demasiada atención.

-Pero tiene un gran peso en la política de tu país.

-Sí, lo sé, pero no lo leo.

-¿Y qué podrías decir sobre la campaña de McCain, online ?

-El mismo McCain dijo semanas atrás que él mismo se estaba familiarizando con Internet

-Por lo que no fue tomado muy en serio

-Así es. Lo que veo en él es un desconocimiento típico de su generación.

-¿Te gusta Obama?

-En mi sitio anuncié que voy a votar por él. No hay duda de que es una figura política extremadamente interesante y que sabe imponer un enorme respeto entre la gente y sus pares.

-Por último: ¿qué papel están cumpliendo los blogs y los sitios de periodismo ciudadano?

-Muchos de los blogs y sitios de periodismo ciudadano están llenando un vacío que, por múltiples razones, había dejado la prensa tradicional; por eso, a partir de ahora, la competencia va a ser todavía más feroz: por un lado, cada día existen más alternativas para informarse y, por el otro, la gente ya no se conforma con una única mirada de la realidad.

-¿Y es eso una buena noticia?

-No es buena, ¡es una gran noticia!

Por Ignacio Escribano