La Argentina, más alejada de la crisis

Por Miguel Kiguel

La fuerte caída de las bolsas del mundo y de las acciones de los bancos es un reflejo del cambio de humor que empezó con la crisis de las hipotecas de baja calidad en julio de 2007 y que llevó recientemente a una baja en la confianza de los consumidores y al temor de los inversores de que Estados Unidos termine en recesión.

La Reserva Federal viene bajando las tasas de interés y se espera que este mes las baje nuevamente. Su objetivo es evitar que se profundice la crisis y restablecer la confianza para que vuelva el crédito. La Fed no baja las tasas más rápido por temor a que aumente la inflación, que en este momento está empujada por la suba de alimentos y de los combustibles.

George W. Bush no quiso permanecer ajeno a esta situación y decidió proponer una baja temporaria de los impuestos de más de US$ 140.000 millones, equivalente al 1% del PBI. La pregunta es si esto va a alcanzar.

La caída de las bolsas que siguió al anuncio indica que el mercado no cree en la receta. Lo más probable es que, a pesar de los esfuerzos de la Fed y del Tesoro, la desaceleración mantenga su recorrido por un tiempo, lo que por otro lado ayudaría a reducir el crónico y elevado déficit de la cuenta corriente de US$ 800.000 millones.

Para los países emergentes en general y la Argentina en particular, esta situación no parece generar grandes amenazas al crecimiento. Hay dos canales que pueden afectar: el económico y el financiero. Por el lado económico, en los últimos años se observa un "desacople" entre ambos grupos: el crecimiento cada vez depende menos de EE.UU. y más de China, la India, Brasil y Europa. En China y la India el crecimiento está más relacionado a factores demográficos, como la migración del campo hacia las ciudades -donde el nivel de consumo es más alto-, que a las políticas macroeconómicas. Evidencia de este fenómeno es la fuerte suba de los precios de las commodities agropecuarias. Con precios récord para la soja, el maíz y el trigo, el panorama económico sigue siendo favorable para la Argentina, y lo más probable es que esto continúe, aunque el crecimiento en China se desacelere del 11% de 2007 a niveles del 9,5% o 10 por ciento.

Por el lado financiero, el principal riesgo es una fuerte caída de los flujos de capitales a los emergentes, pero esta vez el riesgo está mucho más acotado ya que los países tienen más reservas internacionales y menos deuda externa, y la Fed está siendo agresiva en la baja de tasas, justamente para evitar una nueva crisis financiera.

El autor fue secretario de Finanzas.