Peirano pierde con Moreno, y El Gobierno va por el Central

En el Gobierno ya están evaluando algunas alternativas para cubrir los vencimientos con los menores sobresaltos. Es que con los mercados cerrados para las emisiones de deuda y un cronograma de vencimientos abultado para 2008, la situación no se presenta fácil.
Una de las posibilidades que ya comenzó a ser analizada es la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, según informa hoy el matutino 'Ambito Financiero'. Sin embargo, nada se hará antes de que asuma Cristina Kirchner.
Según informa el matutino, el foco está puesto sobre el artículo 20 que establece el esquema de financiación al gobierno por parte del Banco Central, a través de los Adelantos Transitorios. Actualmente, el stock de estos préstamos llega a los $18.300 millones y en el Palacio de Hacienda aseguran que la redacción del artículo traba la posibilidad de disponer de más recursos en caso de precisar financiamiento para cancelar deuda.
En el Banco Central, que preside Martín Redrado, aseguraban ayer desconocer una ofensiva en este sentido por parte del gobierno, según el mismo diario. "El tema nunca se habló y la verdad es que este año casi no se utilizó esta herramienta", señalaron.
Se trata de una cuestión delicada, porque el límite a la financiación de las necesidades del sector público es un tema central para medir la autonomía del BCRA.
El artículo de la polémica dispone que el Central podrá prestarle al gobierno hasta un equivalente a 12% de la base monetaria. Pero luego se extendió la normativa y también se agregó la posibilidad de prestar un adicional por el equivalente a 10% de la recaudación tributaria.
El problema es que al mismo tiempo se establece que los Adelantos nunca podrán superar 12% de la base monetaria. Esto genera un techo para la financiación "con efecto monetario"; significa que el Central ya casi se quedó sin margen para emitir pesos para financiar al Tesoro. Según informó oficialmente el BCRA, sólo le quedarían unos $2.000 millones para hacerlo.
Por eso, el mecanismo que se utilizó durante todo el año es efectuar adelantos "sin efecto monetario": consiste en préstamos de pesos que son utilizados automáticamente para comprarle dólares al Central y así pagar deuda. El efecto monetario, por lo tanto, es nulo, ya que el dinero prestado a la Tesorería vuelve a la autoridad monetaria de manera inmediata.
Recordemos que a principios de años hubo otro intento por limitar la autonomía del BCRA. Con la venia del Poder Ejecutivo, la Comisión de Finanzas de la Cámara de Diputados aprobó en abril un polémico dictamen por el cual se modificaría el artículo 3° de la Carta Orgánica, referido a las atribuciones y a la autonomía de esa entidad.
La iniciativa oficialista proponía modificaciones sustanciales. La primera: que el BCRA no sólo se limite a "preservar el valor de la moneda", como estipula el actual artículo 3° de esa norma, sino que además debe complementarse con las políticas de crecimiento y pleno empleo del Gobierno.
El otro eje del proyecto establece que el BCRA debe coordinar su accionar con el Poder Ejecutivo. Si bien esto se da actualmente en los hechos, que aparezca en una ley en forma explícita vulneraría la autonomía de la entidad que conduce Redrado.
Se dijo entonces que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, había hablado con Redrado y que ambos dieron luz verde al proyecto. "Si no, no lo hubiéramos sacado tan rápido", enfatizaron. Pero, en el Banco Central negaron ese contacto. En tanto, Aníbal Fernández, ministro del Interior, salía a defender a rajatabla la iniciativa.
El proyecto fue presentado por la diputada Mercedes Marcó del Pont (Frente para la Victoria-Capital). Su par José Lauritto (FV-Entre Ríos), que había presentado uno similar, para abreviar los tiempos parlamentarios decidió sumar su firma a la de su colega.
Desde la oposición, alzaron la voz de alarma: "El proyecto es de una gravedad institucional absoluta. Parece claro que el Gobierno va por el Central, que es el que tiene el deber de mantener el poder adquisitivo de los salarios evitando la inflación. La última vez que los gobiernos metieron mano allí tuvimos 50 años de inflación", dijo, indignado el diputado Federico Pinedo (Pro-Capital).
Ahora se viene otro avance del que aún no se conoce si seguirá siendo para entonces titular del BCRA. Es que Martín Redrado, el eterno candidato, podría suceder en el cargo a Miguel Peirano, ya cansado del las intromisiones del secretario de Comercio Guillermo Moreno y la situación del INdEC.