Eduardo Elsztain apostará a la explotación de un yacimiento de oro y cobre en Chile a partir del año próximo.


La decisión del dueño de IRSA de invertir en ese sector del otro lado de la Cordillera no parece ser casual sobre todo luego del reciente fallo de la administración K que aumentará en por lo menos tres puntos las retenciones a las exportaciones de metales, en especial las ventas al exterior de oro y cobre.

Es que esa medida modificará la Ley de Inversiones Mineras, sancionada en 1993 y que otorgó beneficios impositivos y estabilidad fiscal por 30 años a las empresas del sector, además de imponer un tope máximo de 3% del valor del mineral puesto en boca de mina en calidad de retenciones.

Al no contar Chile con un esquema similar de impuestos a las ventas al exterior de minerales, Elsztain decidió realizar una inversión de US$25 millones para incrementar la base de reservas de un yacimiento ubicado a 180 kilómetros al sureste de Antofagasta, en pleno desierto de Atacama.

Allí invertirá en la Minera Guanaco cuya producción es de un total de 2 millones de onzas de oro.

Elsztain adquirió la mina en 2003 al grupo Kinross, luego de crear un fondo de inversión exclusivo para este negocio que se asoció a la firma Golden Rose, filial del grupo australiano Diamond Rose, a cargo de la explotación de la mina.
Por último ese matutino agrega que la suma para financiar las operaciones es aportado por el fondo inversor que respalda los negocios de Elsztain por fuera de IRSA y que reúne aportes de inversores locales e internacionales.